Las promesas de Dios son en serio

—Él dijo que nos iba a ayudar —Samuelito frunció el ceño—. ¿Cómo pudo el tío Remigio decir eso y luego cambiar de opinión? ¡Necesitamos ayuda si nos vamos a mudar!

Mamá se puso el dedo índice en los labios e hizo un gesto para apuntar a la ventana abierto.

—Mira, nuestros bebés van a recibir su primera comida.

Samuelito miró por la ventana. En la rama de un árbol, había un nido con pajaritos bebé que acababan de salir del cascarón. Un pájaro grande alimentaba a cada uno de los bebés con algo que traía en su pico. Era genial ver eso.

Cuando terminaron la comida, Samuelito miró a su madre.

—Sin el dinero del tío Remigio, estaremos atrapados aquí para siempre.

—Me emocioné cuando dijo que nos iba a ayudar —admitió mamá—. Pero podemos arreglarnos sin él. Solo nos tomará más tiempo. Vamos a estar bien.

—¿Cómo puede hacer una promesa y luego cambiar de opinión? —Samuelito fue al sillón marrón, se sentó y se hundió en él, acariciando con su dedo una parte rota en el tapizado—. Contábamos con él, necesitábamos que él hiciera lo que prometió.

—La gente actúa a veces así —comentó su madre—. Hacen promesas y después no las cumplen.

Samuelito cruzó los brazos.

—Eso no está bien.

—No está bien —su madre lo miró—. ¿Sabes quién no es así? Dios. Cada promesa que Él hace, la cumple.

Samuelito frunció el ceño.

—No siempre lo siento así.

—Puede que no —indicó mamá—. Pero es verdad. Es como esos pajaritos bebé. Los oí trinando cuando su mamá los dejó en la mañana. Probablemente estaban preocupados de que no regresaría, pero sí regresó porque sabe que sus hijitos dependen de ella para que los alimente y los cuide. Nuestro Padre celestial es mucho más confiable que una mamá pájaro, y Él ha prometido que cuidará de nosotros.

—¿Y si Dios no lo hace? —preguntó Samuelito.

—Él lo hará —aseguró mamá—. La Biblia nos dice que Dios guarda Sus promesas. Cuando estábamos perdidos en el pecado, Él nos prometió un Salvador y cumplió esa promesa a través de Jesús. Y Jesús promete que, a pesar de que la vida esté llena de dificultades, Él siempre estará con nosotros y nos ayudará. Las demás personas podrán fallarnos, pero Dios jamás fallará.

Emily Acker

PUEDES CONFIAR EN LAS PROMESAS DE DIOS

 VERSÍCULO CLAVE: 1 Samuel 15:29 (NVI)

EL QUE ES LA GLORIA DE ISRAEL NO MIENTE NI CAMBIA DE PARECER, PUES NO ES HOMBRE PARA CAMBIAR DE OPINIÓN.

¿Alguna vez alguien te ha hecho una promesa y luego cambió de opinión? ¿Cómo te hizo sentir? ¿Cumples todas las promesas que has hecho? La gente no siempre cumple sus promesas, pero Dios, sí. Él cumplió Su promesa de enviar a Jesús a salvarnos, y promete que estará con nosotros en medio de cualquier dificultad que afrontemos, aun cuando no parezca. Puedes confiar en que el Señor cumplirá Sus promesas.

Clave de Hoy
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