Arreglar el desorden

—¡Paola! ¡Avelina! —gritó papá desde las gradas—. ¡La cena está lista! Por favor, recojan sus juguetes y vengan a comer.

Paola rápidamente puso sus muñecas en una canasta, después puso la canasta en la repisa de arriba y corrió hacia arriba. Avelina, que era cinco años menor, no podía alcanzar la repisa para guardar las muñecas ni levantar la tapa pesada del baúl de juguetes. Eventualmente se rindió y fue a comer.

A la mañana siguiente, durante el desayuno, Avelina empezó a cantar «Cristo me ama». Normalmente, a Paola le gustaba oír cantar a su hermanita y aplaudía, pero ese día escuchó en silencio.

—¿En qué estás pensando, hija? —le preguntó papá.

Paola frunció el ceño.

—Bueno, sé que Jesús murió en la cruz para lavar mis pecados, pero supongo que en realidad no entiendo cómo eso demuestra que me ama.

El padre se quedó pensando un momento.

—Ayer les pedí a ti y a Avelina que arreglaran el cuarto de juegos, ¿recuerdas?

Paola se encogió de hombros.

—Sí, pero ¿qué tiene que ver eso?

—Bueno —respondió papá—, Avelina no puede guardar los juguetes sola, así que quiero que los recojas por ella.

—¡Pero eso no es justo! —reclamó Paola—. ¡Ella es la que hizo el desorden!

—Tienes razón, ella provocó el desorden, pero sin importar cuánto lo intente, es imposible que ella pueda arreglarlo. Necesita ayuda —el padre hizo una pausa—. Jesús nos muestra Su amor del mismo modo.

Paola arrugó las cejas.

—¿Arreglando nuestro desorden?

Papá asintió.

—Nosotros somos los que tenemos un tremendo desorden de pecado en nuestras vidas. ¿Crees que sea justo que Jesús lo limpie? Jesús no pecó. Él no causó nuestro desorden, pero también sabía que nunca podríamos arreglarlo por nuestra cuenta. Entonces, como Él nos ama, murió y resucitó para hacer lo que no podíamos: lavar nuestros pecados.

—Entonces, ¿estás diciendo que puedo demostrarle amor a Avelina al recoger sus juguetes porque ella no lo puede hacer sola, así como Jesús me ama al limpiar mi pecado porque no puedo hacerlo por mí misma?

Papá sonrió.

—Lo entendiste.

Avelina siguió cantando y Paola sonrió y empezó a aplaudir al ritmo de la canción.

Bethany Den Boer

JESÚS LIMPIA NUESTRO PECADO

 VERSÍCULO CLAVE: Romanos 5:8

PERO DIOS DEMUESTRA SU AMOR PARA CON NOSOTROS, EN QUE SIENDO AÚN PECADORES, CRISTO MURIÓ POR NOSOTROS.

¿Alguna vez has causado un desorden que no pudiste limpiar? La Biblia dice que nuestras vidas son así, que nos hemos metido en un desorden de pecado, y es imposible que salgamos de él por nuestra cuenta. Pero Jesús nos ama tanto que murió en la cruz para limpiar nuestro pecado. Solo puedes arreglar el desorden del pecado al confiar en Él. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
0 replies

Leave a Reply

Want to join the discussion?
Feel free to contribute!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *