El equipaje de la vida (Parte 2)
Santiago se quedó en silencio mientras el avión recorría la pista.
—¿Nervioso? —preguntó papá.
—No —contestó Santiago—. Bueno, no por el vuelo. Estaba pensando en algo que dijiste. ¿Estás seguro de que todos cargan un equipaje en sus vidas? ¿Incluso los malos en la escuela?
El padre asintió.
—Los bravucones muchas veces tienen el equipaje de vida más pesado de todos. Está lleno de rocas de dolor, tristeza y enojo, y no parecerían que no logran deshacerse de ese peso.
—Pero, entonces, ¿por qué Danilo… quiero decir, los bravucones son tan malos?
—¿Recuerdas en el aeropuerto cuando querías que alguien cargara tu equipaje? —preguntó papá—. Bueno, podemos estar tan cansados de arrastrar el equipaje de nuestra vida, que tratamos de lanzar nuestras rocas a los demás.
—Trato de ser amable con Danilo, ¡pero él solo se porta más cruel! Ayer le pregunté si quería ayuda y me llamó un… bueno, no fue nada amable.
—Algunas personas no han aprendido cómo ser bondadosas —explicó su padre—. Danilo probablemente tenga miedo de verse débil. Es probable que se sienta más fuerte cuando actúa con crueldad.
Santiago bajó la mirada.
—Papá, a veces, cuando Danilo es malo, solo quiero desquitarme y hacer que también se sienta mal.
Su padre asintió.
—Conozco a muchos adultos que hacen daño a otros, en lugar de aprender cómo amarlos mejor. Dos bravucones no cambian nada —papá apretó cariñosamente el hombro de su hijo—. Llamaré a la escuela cuando regresemos y les contaré lo que está pasando con Danilo. Mientras tanto, puedes entregarle tu enojo y dolor a…
—¡Ya sé! —interrumpió Santiago—. ¡Al que lleva mi equipaje! —el padre asintió y chocó palmas con el niño—. ¿Sabes, papá? —continuó—. Danilo probablemente no sepa que Jesús también quiere cargar su equipaje.
—Quizá tengas razón —afirmó el padre mientras el avión despegaba—. Danilo necesita que alguien se lo diga y que también ore por él. También necesita ver el amor de Dios en acción, que alguien siga mostrándole bondad, a pesar de que sea cruel. Tal vez algún día, con oración y persistencia, eso cambiará.
En ese momento, algo en el compartimento de arriba de sus cabezas se movió de lugar con un fuerte golpe. Una mujer en la fila de atrás ahogó un grito.
—¿Qué fue eso?
Santiago trató de aguantarse la risa.
—¡Probablemente sea la piedra de nuestro jardín!
Kelly Carlson
AMA A LOS QUE TE HIEREN
VERSÍCULO CLAVE: Mateo 5:44
AMEN A SUS ENEMIGOS Y OREN POR LOS QUE LOS PERSIGUEN.
¿Alguna vez has querido herir a alguien que te está hiriendo? Es natural querer venganza, pero eso no es lo que Jesús quiere que hagas. Si estás sufriendo acoso escolar o alguien te está haciendo daño, es importante que se lo cuentes a un adulto de confianza que pueda ayudarte con la situación, pero no dejes que tu dolor y enojo te controlen. Entrégale tu carga a Jesús y confía en que Él te ayudará a responder a esa persona con Su amor.
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