Un oído que escucha

Erlinda miró los altos edificios que rodeaban su nuevo hogar. Sintió un nudo en la garganta al pensar en el tormentoso divorcio que le había quitado a su padre. Ella trató de contarle a su madre lo sola que estaba, pero sentía que mamá en realidad no la escuchaba. «Sé que mamá está nerviosa por empezar su nuevo trabajo hoy», pensó Erlinda. «¡Pero quisiera que pensara un poquito más en mí y en cómo me siento en mi primer día de escuela!».

La niña sintió muchos nervios al entrar en su nueva escuela, pero el director fue muy amable y guio a Erlinda a su aula para presentarla en la clase. Cuando sonó la campana para el recreo, Sara, la niña sentada frente a ella, se dio la vuelta.

—¿Quieres almorzar conmigo? —preguntó.

Erlinda suspiró con alivio mientras iba con su nueva amiga a la cafetería.

—¿Qué hacen tus padres? —preguntó Sara mientras comía con Erlinda.

—Mi mamá está empezando hoy un nuevo trabajo en el hospital, y mi papá… —la niña había esperado que nadie preguntara por su padre—. Es vendedor —dijo sin dar detalles—. ¿Y tus padres? ¿Qué hacen?

—Mi mamá es ingeniera, y nunca conocí a mi papá.

Erlinda no contestó enseguida.

—Mis padres están divorciados —dijo al fin en voz baja. Sintió que las lágrimas se le subían a los ojos y trató de pelea con ellas—. Y mamá solo piensa en sus problemas y ni siquiera escucha cuando le hablo de los míos.

—Sé exactamente a qué te refieres —aseguró Sara—. Antes me sentía siempre sola, hasta que conocí a mi Padre celestial.

—¿Tu qué? —preguntó Erlinda.

Sara sonrió.

—Mi Padre celestial, Dios. Él siempre escucha. Puedo hablar con Él de cualquier cosa y me ayuda a no sentirme tan sola.

—Debe ser lindo —expresó Erlinda con melancolía.

Sara se inclinó hacia adelante en su silla.

—¿Qué tal si vienes a la iglesia conmigo y aprendes sobre Dios? ¡Él también puede ser tu Padre celestial!

—¿Crees que Él también me escuchará? —preguntó Erlinda—. ¿Y me ayudará a no sentirme tan sola?

—Por supuesto que sí —afirmó Sara—. Él nos ama y envió a Su Hijo, Jesús, porque quiere que seamos Sus hijas —la niña se levantó—. ¿Lista para ir a jugar?

—Sí —respondió Erlinda—, ¡pero cuéntame más de tu Padre celestial!

MATILDA H. NORDTVEDT

DIOS SIEMPRE ESCUCHA

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 34:15

LOS OJOS DEL SEÑOR ESTÁN SOBRE LOS JUSTOS, Y SUS OÍDOS ATENTOS A SU CLAMOR.

¿Conoces a Dios como tu Padre celestial? Aun si tienes a tu papá en tu vida, necesitas una relación con Dios. Puedes conocerlo debido a lo que Jesús hizo por ti cuando murió en la cruz por tus pecados y resucitó. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti). Él te ama y siempre está listo para escuchar lo que tienes que decir. ¿Por qué no te acercas a Dios ahora mismo?

Clave de Hoy
0 replies

Leave a Reply

Want to join the discussion?
Feel free to contribute!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *