La olla lenta

Jimena miró por la ventana mientras una lágrima bajaba por su mejilla. La niña observaba cómo los demás niños se reían y jugaban en la nieve. Su hermano Caleb la vio y lanzó una bola de nieve. Ella rio, a pesar de cómo se sentía, cuando chocó suavemente con la ventana. La niña suspiró, se dio la vuelta e impulsó su silla de ruedas para llegar a la cocina.

—¿Qué estás haciendo, mamá?

—La cena —contestó su madre.

Jimena levantó las cejas y miró el reloj.

—¿A las nueve de la mañana?

—Sí —afirmó mamá—. Pero creo que una mejor pregunta sería qué está causando esas lágrimas —ella secó una lagrimita de la mejilla de su hija.

—Oh, mamá —exclamó Jimena—. No entiendo por qué mi enfermedad ha durado tanto tiempo. ¿Por qué Dios no se lleva mi dolor y mi debilidad? ¡Sé que Él podría sanarme! —las últimas palabras las dijo entre sollozos.

La madre lentamente puso la carne en una olla lenta, la cubrió y puso la perilla en «bajo». Después habló:

—No siempre entendemos los caminos o los pensamientos de Dios, pero Él usa las cosas que pasan en nuestras vidas —ella hizo una pausa, después dio unos golpecitos en la tapa de la olla lenta—. Es como la carne que estoy cocinando. Es un corte especial que requiere una preparación especial y una cocción que otras carnes no requieren. Si la cocinara más rápido a una mayor temperatura, quedaría muy dura y difícil de comer. Pero cuando la cocino todo el día en una temperatura baja, queda tierna y deliciosa —ella sonrió—. ¡Incluso Caleb podrá comerla, aunque le falten un par de dientes!

Jimena se quedó pensando en esas palabras.

—Entonces, ¿estás diciendo que estar enferma y en esta silla de ruedas por tanto tiempo podría ser la forma en que Dios me está haciendo más tierna y más parecida a Él?

—¡Sí! —aseguró mamá—. No sé por qué Dios no te ha sanado más rápidamente, pero sé que Él está obrando pacientemente en tu vida para bien. Él puede usar las cosas difíciles para hacerte más como Jesús, quien entiende tu sufrimiento y promete que estará contigo en esa situación difícil. Todos los días oro para que el Señor use esta larga enfermedad para ayudarte a conocer mejor a Jesús y para que Él te deje ver Su amor en tu vida —ella sirvió agua caliente en una taza—. Ahora, ¿quisieras venir a revolver el chocolate caliente de tu hermano?

Jimena sonrió mientras acercaba su silla de ruedas a la mesa para ayudar.

MYRICAL BARTON

DIOS USA LAS DIFICULTADES PARA MOLDEARTE

VERSÍCULO CLAVE: JOB 23:10

PERO ÉL SABE EL CAMINO QUE TOMO; CUANDO ME HAYA PROBADO, SALDRÉ COMO EL ORO.

¿Has estado lidiando con algo por mucho tiempo? ¿Te preguntas si Dios oye tus oraciones o incluso si le importa lo que estás viviendo? A Dios sí le importa. Él a menudo usa las dificultades es nuestras vidas para hacernos más como Jesús, y a veces esas cosas pueden durar mucho tiempo. Recuerda que Jesús te ama y está contigo, y confía en que Él usará tu experiencia difícil para el bien.

Clave de Hoy
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