Conclusiones equivocadas

—¡No te rindas todavía! —le rogó Juliana a su amiga, pero Elsa se sentó y empezó a desatar sus patines, diciendo que tenía frío—. ¡No hace tanto frío! —insistió Juliana. Elsa no respondió y su amiga regresó al hielo.

—¡Hola, Juliana! —le saludó Mila mientras patinaba junto a ella—. Mi mamá nos llevará a algunas de nosotras a la cafetería para tomar chocolate caliente. ¿Tú y Elsa quisieran ir?

—Voy a preguntar —contestó Juliana. La niña di un giro y regresó adonde Elsa estaba sentada—. Vayamos con Mila a tomar chocolate caliente en la cafetería. ¡Es un lugar lindo y abrigado! —pero Elsa no estaba interesada.

Juliana suspiró. «Quisiera haber venido a patinar con otra persona», pensó. «¡Elsa no se está portando divertida para nada hoy!».

Cuando la niña llegó a su casa, su madre estaba mezclando algo en un tazón.

—¡Oh, qué delicioso! —exclamó Juliana—. ¡Tarta de queso! —ella tomó una cuchara que su madre había estado usando y rápidamente le dio una lamida—. ¡Guácala! —dijo haciendo una mueca—. ¿Qué es esto? Pensé que era queso crema.

Mamá rio.

—Es manteca. Otra vez saltaste a una conclusión sin conocer los hechos —Juliana sabía que era algo que hacía con frecuencia.

Mientras su madre seguía trabajando, Juliana le contó del problema con Elsa.

—Creo que solo está buscando atención —opinó la niña.

—¿Estás segura de que no has saltado a otra conclusión equivocada? —preguntó su madre—. Tal vez algo le esté molestando a Elsa y necesita una amiga paciente y comprensiva que la escuche y vea lo que está pasando.

Juliana solo se encogió de hombros.

—Si algo anda mal, ¿por qué no me dice?

Esa noche, mamá entró en la habitación de Juliana.

—Hija, hace unos minutos hablé con la mamá de Elsa. Su papá se fue de la casa ayer.

—¿De verdad? —preguntó Juliana—. ¿A dónde se fue?

—No saben. La mamá de Elsa me contó que tiene un problema con el alcohol y a veces desaparece. Pensé que deberías saberlo, para que puedas orar por ellos y estar ahí para tu amiga.

—Oh, no —expresó Juliana—. ¡Otra vez salté a las conclusiones equivocadas! Con razón Elsa estaba callada hoy. Cuando la vea mañana, me quiero asegurar de que sepa que soy su amiga. Y oraré por ella… ¡y por su papá!

—Yo también voy a orar —aseguró mamá—. Y oraré para que Elsa vea el amor de Jesús en la forma en que te preocupas de ella como tu amiga.

 LINDA WEDDLE

TRATA DE COMPRENDER A LOS DEMÁS

VERSÍCULO CLAVE: PROVERBIOS 14:29 (NVI)

EL QUE ES PACIENTE MUESTRA GRAN INTELIGENCIA; EL QUE ES AGRESIVO MUESTRA MUCHA INSENSATEZ.

¿Te preocupas cuando uno de tus amigos no se ve feliz? ¿Eres comprensivo y paciente cuando alguien no parece interesado en lo que está pasando? En lugar de saltar a conclusiones, sé sensible y demuéstrale a tu amigo que te importa. Jesús siempre nos escucha, cuida de nosotros y se sienta a nuestro lado en los tiempos difíciles. Confía en que Él te ayudará a ser también esa clase de amigo.