Verdadero hogar
[suggested-readig]
Adelina miró a alrededor de su habitación vacía y acarició la pared que su padre había pintado por última vez, luego cargó la última caja y la llevó al camión. Cuando su madre abrió la puerta del camión, esta hizo un fuerte ruido y Adelina no puedo evitarlo: se echó a llorar.
Mamá la abrazó.
—Todo va a estar bien, hija —dijo con voz ronca mientras la niña lloraba en su hombro. Su madre también estaba llorando.
—No entiendo —expresó Adelina—. ¿Por qué tenemos que salir de nuestra casa?
—Porque el banco nos prestó el dinero para comprar la casa, pero después que tu papá murió, pagar ese préstamo yo sola era demasiado difícil. Así que ahora ellos van a recuperar la casa —ella acarició el cabello de su hija—. Sé que es difícil salir de la casa en la que creciste, especialmente con todos sus recuerdos de tu papá, pero no tenemos otra opción. Viviremos con tus abuelos por un tiempo, y luego tú y yo encontraremos un apartamento bonito.
—¡Pero no quiero vivir en un apartamento! —se quejó Adelina, casi sin poder pronunciar las palabras en medio de las lágrimas—. ¡Quiero vivir aquí! Es aquí donde siempre hemos vivido papá, tú y yo. ¡Este es nuestro verdadero hogar!
—Oh, mi niña —le dijo su madre—. Este no es nuestro verdadero hogar… nunca lo fue. Era un lugar maravilloso para vivir, pero nunca tuvo el propósito de durar para siempre. Como cristianos, nuestro verdadero hogar está con Jesús. Él está con nosotros ahora y, cuando finalmente lo veamos cara a cara en el cielo, ¡será mejor que cualquier cosa que podamos imaginar! ¿Y sabes cuál es la mejor parte?
—¿Cuál? —preguntó Adelina, secándose las lágrimas.
—¡Nuestro hogar eterno ya ha sido pagado! Nunca podríamos pagarlo por nosotras mismas, pero Jesús entregó Su vida para que podamos vivir con Él para siempre —mamá guio a Adelina a la puerta del camión—. Sé lo difícil que es… también es duro para mí. Jesús dijo que en este mundo tendremos aflicciones, y está bien que nos sintamos tristes por esto. Pero no pierdas de vista tu verdadero hogar. Jesús estará contigo en medio de todos los problemas de la vida y te promete un hogar con Él para siempre.
COURTNEY LASATER
LOS CRISTIANOS TIENEN UN HOGAR CON JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 16:33 (NVI)
EN ESTE MUNDO AFRONTARÁN AFLICCIONES, PERO ¡ANÍMENSE! YO HE VENCIDO AL MUNDO.
¿Has experimentado dolor o tristeza en tu vida? Quizá perdiste a una persona cercana a ti o tuviste que mudarte lejos de un lugar que amabas. Sea lo que sea, no tienes que atravesar por eso solo. Si conoces a Jesús, Él promete que siempre estará contigo y un día te llevará a tu hogar eterno, donde nunca volverás a sentir dolor o tristeza. Tu verdadero hogar es con Él.
Leave a Reply
Want to join the discussion?Feel free to contribute!