Patinar en una capa delgada de hielo

En la medianoche, durante la víspera de Año Nuevo, la familia Velasco siempre caminaba por el lago cubierto de hielo, donde recibían el nuevo año bajo las estrellas, mientras lanzaban palitos de neón al aire.

Pero, este año, Arturo estaba de mal humor. Cuando su papá le pidió que hiciera algo, el niño se demoró lo que más pudo.

—Estás patinando en una capa delgada de hielo, hijo —le indicó su padre. Eso le decía cada vez que Arturo estaba a punto de meterse en grandes problemas.

Ahora, a la medianoche, Arturo corrió hacia el lago congelado.

—¡Hemos llegado!

—Quédate cerca —advirtió papá—. El clima ha estado inusualmente cálido. El área alrededor del muelle, en especial, está inestable debido al calor de las plantas submarinas que crecen allí.

Arturo lanzó sus palitos de neón al aire. Inmediatamente, el azul se deslizó por el hielo hacia el muelle. Sabía que su padre le había advertido sobre el área del muelle, pero estaba tan cerca…

De repente, oyó que el hielo se rompía bajo sus pies y el niño cayó al agua.

—¡Auxilio! ¡Socorro! —gritó Arturo. El agua estaba congelada y estaba seguro de que se iba a ahogar.

—Baja los pies —le ordenó su papá—. Deberías poder tocar el fondo.

Arturo obedeció al mandato de su padre y se sorprendió al descubrir que el agua solo le llegaba a la cintura. En pocos minutos estuvo nuevamente en la tierra firme. Todos corrieron de regreso a la casa, donde la madre envolvió a su hijo con mantas.

—Lo siento, papá —expresó Arturo una vez que dejó de temblar—. Si te hubiera escuchado y no hubiera ido donde el hielo estaba delgado…

—No hubieras caído en el lago —su padre terminó por él—. Pero ya estabas en la capa delgada de hielo antes también, ¿recuerdas?

—¿Te refieres a cuando no te obedecí enseguida cuando me pediste que hiciera algo?

Papá asintió.

—Quizá en ese momento no te pareció algo importante, pero fue un pecado. Y el pecado siempre te lleva hacia los problemas —él puso su brazo alrededor de su hijo—. La buena noticia es que podemos detener nuestro comportamiento pecaminoso y comenzar a hacer lo correcto, así como pudiste ponerte de pie en el agua. Debido a que Jesús nos salvó del pecado, este ya no tiene poder sobre nosotros. Siempre podemos acercarnos a Jesús para recibir el perdón, y confiamos en que Él nos ayudará a cambiar nuestra forma de actuar.

LINDA WEDDLE

PERMANECE LEJOS DEL PECADO

VERSÍCULO CLAVE: SANTIAGO 4:17 (PDT)

SI UNO SABE HACER EL BIEN Y NO LO HACE, ESTÁ PECANDO.

¿Te gusta patinar en una capa delgada de hielo? ¿Tratas de ver cuánto te puedes acercar a hacer algo malo sin meterte en problemas? La Biblia nos dice que, si sabemos qué es lo correcto, pero no lo hacemos, estamos pecando, y el pecado siempre nos lleva a los problemas. A través de Jesús tenemos el poder de alejarnos del pecado y hacer lo correcto. Si estás patinando en una capa delgada de hielo, confiesa tu pecado a Jesús y confía en que Él te ayudará a elegir lo que es correcto.

Clave de Hoy
0 replies

Leave a Reply

Want to join the discussion?
Feel free to contribute!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *