La juguetería
La juguetería favorita de Jacinto iba a cerrar para siempre. El niño se quedó mirando el letrero de la entrada y se aguantó las ganas de llorar. Le encantaba ir allá. Antes de morir, su abuelo solía llevarlo todos los años en la época navideña, y pasaban horas mirando todos los juguetes antes que Jacinto eligiera su favorito. En los últimos años, él había estado ahorrando su propio dinero para comprar los juguetes más divertidos de la tienda. Pero ahora, en pocas semanas, ya no volvería a abrir nunca más.
—No quiero que cierren la juguetería —le dijo el niño a su madre mientras caminaban lentamente por el centro comercial. Todo estaba en silencio y parecía que ya no quedaban muchas tiendas allí. Jacinto extrañaba los tiempos en que había más gente y todo se veía animado.
—Lo sé —mamá lo rodeó con su brazo—. Es un lugar especial para ti. Es difícil decir adiós.
—Todo cambia tanto —Jacinto pestañeó para luchar con las lágrimas—. Primero murió el abuelo. Después la abuela vendió su casa. Ahora la juguetería no estará aquí.
—Los cambios son duros —expresó su madre—. Especialmente los cambios grandes como los que has tenido que vivir recientemente. La vida a veces puede ser difícil.
Jacinto observó una tienda vacía y suspiró.
—Nada permanece igual.
—Casi todo cambia, pero hay algo que siempre permanece igual —mamá apretó cariñosamente el hombro de su hijo.
El niño la miró.
—¿Qué cosa?
—Jesús. Él es el mismo hoy, ayer, mañana y para siempre. La Biblia nos dice eso —aseguró mamá—. Su amor por ti siempre será igual. No importa todo lo que cambie a tu alrededor, Él siempre estará a tu lado.
Jacinto se tomó un momento para considerar las palabras de su madre, mientras salían del centro comercial. Jesús estuvo con él cuando su abuelo murió. Se sintió consolado al saberlo en ese momento.
—¿Él siempre estará ahí, pase lo que pase? —preguntó Jacinto.
Mamá asintió.
—Siempre. En los momentos malos y buenos, Jesús siempre está contigo. Él murió y resucitó para que puedas pasar la eternidad a Su lado, y nada podrá separarte de Su amor. Él siempre permanece igual.
Jacinto se sintió mejor al pensar en eso, a pesar de que todavía sentía que iba a extrañar muchísimo la juguetería y todos los recuerdos que venían con ella.
BETHANY ACKER
JESÚS NO CAMBIA
VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 13:8 (NVI)
JESUCRISTO ES EL MISMO AYER, HOY Y POR SIEMPRE.
¿Estás afrontando cambios fuertes en tu vida? ¿Te hacen sentir tristeza o miedo? A pesar de que el cambio es una parte normal de la vida, puede ser muy difícil. Pero Jesús nunca cambia. Su amor por ti siempre será el mismo y Él promete que estará contigo en los momentos difíciles. Cuando haya cambios en tu vida, consuélate al saber que Jesús siempre estará contigo y Él no cambiará jamás.
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