El perro de Celia

Cuando Samuel pidió ver el regalo que su hermanita menor acababa de abrir, Celia le dio la espalda.

—No —exclamó—. Mío.

—¡Solo quiero verlo! —insistió Samuel.

—Lo siento, hijo, pero el regalo es de tu hermana —indicó su madre—. Estoy segura de que te dejará mirarlo después. En este momento, ella está enamorada de ese perrito.

—¿Es un perro? —Samuel solo quería ver el juguete que sus abuelos le habían dado a su hermanita bebé por su cumpleaños. Cuando él recibía regalos, los mostraba para que todos pudieran ver. Pero su hermanita había abierto su regalo e inmediatamente lo sostuvo con fuerza en su mano.

Esa tarde, Samuel encontró a Celia sentada en el sillón, viendo caricaturas. El niño se sentó junto a su hermana y tocó su mano. Todavía estaba cerrada en un puño y a duras penas se podía ver el juguete que había recibido.

—¿Puedo verlo ahora?

—Mío —Celia alejó la mano de él.

—¡Pero estás viendo la televisión! —Samuel suspiró—. Solo quiero verlo por un minuto.

—En verdad está aferrada a ese juguetito —mamá entró en la habitación—. Se enamoró enseguida de él y no quiere soltarlo.

—Nunca he visto que le importe tanto un juguete —opinó el niño.

Su madre se sentó junto a él.

—Voy a tener que quitárselo cuando sea hora de su baño —señaló—. Puede que eso me cueste —ella le dio un codazo cariñoso a su hijo—. Esto me hace pensar en lo que leímos durante nuestro tiempo devocional en la mañana.

Samuel no se acordaba de lo que habían leído.

—¿A qué te refieres?

—¿Recuerdas lo que Jesús dijo sobre quienes confían en Él? —preguntó mamá—. Dijo que nadie nos arrebatará de Su mano.

Samuel miró a su hermana y después a su madre.

—¿Crees que Jesús se aferraría con tanta fuerza a nosotros si alguien tratara de llevarnos?

Mamá asintió.

—Estoy segura. Y Él es mucho más fuerte que tu hermanita. Si Jesús nos sostiene así en Su mano, nadie podrá jamás alejarnos de Él.

—¿Crees que seamos tan importantes para Jesús como lo es ese perro para Celia? —preguntó Samuel.

Su madre sonrió.

—Mucho más. Jesús entregó Su propia vida para que podamos ser Suyos y Él jamás nos soltará.

EMILY ACKER

DIOS TE SOSTIENE CON FUERZA

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 10:28

YO LES DOY VIDA ETERNA Y JAMÁS PERECERÁN, Y NADIE LAS ARREBATARÁ DE MI MANO.

¿Alguna vez ha habido algo tan importante para ti que querías sostenerlo todo el tiempo y nunca dejar que nadie más lo tocara? Así es como Jesús se aferra a quienes confían en Él. Jesús sacrificó Su vida para liberarnos del poder del pecado y jamás nos soltará. Sin importar qué dificultades afrontemos en la vida, Él siempre estará contigo y te sostendrá con fuerza.

Clave de Hoy
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