Moléculas que se mueven

Leopoldo se reunió con su amigo Braulio después de la escuela para trabajar en su proyecto para la feria de ciencias.

—Debemos pensar en la manera de demostrar cómo las moléculas se mueven —indicó Leopoldo—. Entonces nuestro proyecto tendría más oportunidades de ganar.

—Sí —afirmó Braulio—. Pero ¿cómo podemos mostrar la forma en que las moléculas se mueven y chocan unas con otras cuando son demasiado pequeñas para verlas?

—No sé —admitió Leopoldo—. Ya pensaremos en algo.

Después de discutirlo un poco más, los niños se pusieron de acuerdo en pensar por uno o dos días.

Esa noche, durante la cena, el padre de Leopoldo mencionó a sus amigos, los Segovia, que estaban pasando por problemas muy difíciles.

—Sin duda, necesitan nuestras oraciones —comentó papá.

Leopoldo suspiró.

—¿Realmente crees que eso ayude? Parecería que hemos orado por ellos un millón de veces, y todavía no he visto el más mínimo cambio.

—No subestimes el poder de la oración —declaró su padre—. Puede que no lo veas, pero Dios está obrando.

Mientras comían, Leopoldo les contó a sus padres sobre el proyecto para la feria de ciencias.

—Aprendimos que todo está compuesto de partículas diminutas que se llaman moléculas, y que siempre están moviéndose. Braulio y yo estamos tratando de buscar la manera de mostrar cómo se mueven.

—Pero ¿quién sabe si en realidad las moléculas se mueven así? —preguntó papá—. ¡Nunca lo he visto! Quizá deberían hacer otra cosa para su proyecto.

—¡Papá! —exclamó Leopoldo—. Solo porque no puedas ver algo no significa que no esté pasando. Los científicos han estudiado con mucho cuidado las moléculas, y dicen que se mueven mucho.

Su madre sonrió.

—Tu padre sabe eso, hijo. Creo que solo está tratando de darte una nueva perspectiva sobre la oración.

Papá asintió.

—Sabemos que las moléculas siempre se están moviendo, a pesar de que no podemos verlas, y la oración muchas veces funciona del mismo modo. Debemos confiar en que Dios escucha nuestras oraciones y está obrando en las vidas de los Segovia, a pesar de que no lo podemos ver.

—Así es —afirmó mamá—. A veces ocurren cambios que no son visibles para nosotros. Debemos orar por las cosas que nos preocupan, y luego confiar en Dios y creer que Él está obrando, aun cuando no podemos ver lo que está pasando.

LINDA E. KNIGHT

SIGUE ORANDO—DIOS ESTÁ OBRANDO

VERSÍCULO CLAVE: 1 TESALONICENSES 5:17 (NTV)

NUNCA DEJEN DE ORAR.

¿Tienes la confianza de que Dios responde la oración, aun cuando no ves que nada pase? Muchas veces Él obra en silencio, pero siempre está haciendo algo. Así que no dejes de orar. Habla con Él durante un tiempo diario de oración y cada vez que venga a tu mente alguna necesidad especial. Ten la certeza de que Él escucha tu oración y está obrando, aun cuando no puedas ver los resultados.

Clave de Hoy
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