Pecados olvidados

—¡Tía Kelly, quítate las sandalias! —exclamó Enriqueta mientras corría en la arena.

Su tía sonrió y se quitó las sandalias antes de pisar la arena

—Se siente bien en mis pies.

—Vayamos junto al agua —sugirió su sobrina—. Quiero ver si está tibia.

La tía Kelly rio y siguió a la niña.

—¿Está tibia? —preguntó mientras se sentaba en la arena, cerca del agua.

—Más o menos —Enriqueta se encogió de hombros—. Me gusta.

—Me alegra que pudieras venir a visitarme y disfrutar del agua antes de que el clima se enfríe —comentó la tía Enriqueta.

—A mí también —la niña se mordió el labio—. Tía, ¿te acuerdas que la última vez que estuve aquí me dijiste que Dios me perdonará cuando peque?

La tía Kelly asintió.

—Sí, lo recuerdo. Te dije que Jesús murió en la cruz para que puedas ser perdonada por las cosas malas y ya hiciste y las que seguirán ocurriendo, y decidiste confiar en Él como tu Salvador.

Enriqueta miró el agua por un momento.

—¿En verdad Él perdona todos mis pecados?

La tía Kelly sonrió.

—Sí, en verdad los perdona. No solo eso, sino que los olvida.

Enriqueta frunció el ceño.

—¿Los olvida? Yo no puedo olvidarlos… ¿Cómo podría Él?

La tía Kelly se puso de pie y caminó hacia la orilla del mar.

—Ven aquí —ella escribió la palabra «pecado» en la arena—. ¿Lo ves? Digamos que es tu pecado y que el agua es Dios —en el momento que dijo estas palabras, una ola cubrió la palabra.

Cuando el agua retrocedió, la palabra «pecado» se había desvanecido.

—¿Ves? —continuó la tía Kelly—. La palabra que escribí desapareció. El agua la limpió. Así es como Dios perdona nuestros pecados. La Biblia dice que, cuando admitimos que hemos pecado y confiamos en Jesús para que nos perdone, Él no volverá a recordar nuestros pecados, no piensa en ellos ni nos guarda resentimiento —la tía Kelly miró a su sobrina—. Si deseas, podemos buscar en tu Biblia versículos que hablan sobre el perdón de Dios. Después podremos escribirlos para que puedas leerlos y guardarlos en tu habitación, para que recuerdes que, cuando Dios perdona el pecado, este desaparece para siempre.

—¿Podemos escribir los versículos en papel rosado? —preguntó Enriqueta.

La tía Kelly sonrió.

—El papel rosado me parece perfecto.

KIMBERLY BROKISH

DIOS PERDONA Y OLVIDA NUESTROS PECADOS

VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 10:17

NUNCA MÁS ME ACORDARÉ DE SUS PECADOS E INIQUIDADES.

¿Alguna vez has pecado y no has podido dejar de pensar en eso, aun después de haberle pedido perdón a Dios? El Salmo 103 dice: «Como está de lejos el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestras transgresiones». ¡Eso es lejísimos! ¿No te parece genial saber que Dios nos ama tanto que perdona y olvida nuestros pecados? Cada vez que un pecado te moleste, confiésalo al Señor porque sabes que Él te perdonará y no volverá a pensar en él.

Clave de Hoy
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