Una carga pesada

Nota del editor: El tema de esta historia podría no ser apropiado para los niños más pequeños.

Jade pateaba las piedritas que encontraba en su camino mientras regresaba a su casa, después de la escuela, preguntándose qué debía hacer. «Se lo diré a mamá», decidió al fin.

Cuando llegó a su hogar, Jade se acercó a su madre.

—Mamá, tengo… tengo que decirte algo.

—Está bien, hijita —expresó mamá—. ¿Pasa algo malo?

—Bueno… es Erica —una vez que Jade empezó a hablar, las palabras empezaron a fluir sin parar—. Desde que su tío se mudó con ella y con sus padres, ha estado actuando de una manera extraña. Antes era muy alegre y extrovertida, pero ahora ya casi no habla con nadie. Y parece que no quiere regresar a su casa después de la escuela… a veces la he visto hacer sus tareas en el parque. Creo que quizá pueda ser porque no quiero estar a solas con su tío antes de que sus padres regresen a la casa del trabajo —Jade se detuvo y respiró profundamente—. Creo…. Creo que él tal vez le esté haciendo cosas malas cuando no hay nadie más en la casa —las lágrimas se amontonaron en los ojos de la niña—. No estoy segura… ella no ha dicho nada… pero he notado algunos moretones en sus brazos y, cuando le pregunto dónde se hizo esos golpes, nunca tienen respuestas convincentes.

Su madre se veía muy seria.

—Hiciste lo correcto al decirme —dijo, rodeando a su hija con el brazo—. Voy a hacer algunas llamadas… Si su tío le está haciendo algo, tenemos que detenerlo.

—Pero ¿qué pasará si Erica tiene miedo de contárselo a alguien porque sus padres pensarán que es su culpa? —preguntó Jade con los ojos llenos de lágrimas—. No quiero que se meta en problemas por mi culpa.

—Si los padres de Erica se enteran de que su tío le ha estado haciendo daño, estoy segura de que se pondrán muy tristes y enojados, pero no se enojarán con ella —aseguró mamá—. Su tío sería el responsable. No es la culpa de Erica para nada —la madre abrazó con fuerza a su hija—. Erica debe sentir que está llevando una carga muy pesada. Pero con la ayuda de Dios y con buenos amigos, como tú, que le apoyan, sé que puede salir adelante en las dificultades que tiene por delante debido a lo que ha pasado. Jesús la ama tanto y quiere quitarle esa carga pesada de sus hombros. Él te ha puesto a ti y a sus padres y a otras personas en su vida para amarla y ayudarla, para que ya no tenga que llevar esa carga sola. Oremos para que Erica busque a Jesús para recibir el amor y la ayuda que necesita.

MARIE SHROPSHIRE

COMPARTE LOS PROBLEMAS CON DIOS Y CON UN ADULTO DE CONFIANZA

VERSÍCULO CLAVE: MATEO 11:28 (NTV)

LUEGO DIJO JESÚS: «VENGAN A MÍ TODOS LOS QUE ESTÁN CANSADOS Y LLEVAN CARGAS PESADAS, Y YO LES DARÉ DESCANSO».

¿Ha ocurrido algo malo que necesitas contárselo a alguien? ¿Te sientes culpable o triste por lo que pasó? No te guardes el secreto. Convérsalo con uno de tus padres, con un maestro o con otro adulto en quien confíes, para que te pueda ayudar. Cuéntaselo también a Jesús. Él te ama tanto que tomó la carga de tu pecado en la cruz, y puede manejar cualquier otra carga que estés llevando. Entrégale tu carga al Señor y confía en que Él te proveerá Su ayuda a través de las personas que te aman.

Clave de Hoy
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