Cosas pequeñas
Rex se sentó en la sala e hizo un puchero mientras su hermana jugaba en su habitación con su nuevo conejillo de indias. «¡Si Lira puede tener un conejillo de indias, no veo por qué no puedo tener una iguana!», pensó enojado.
—Rex —le dijo su padre cuando el niño se quejó por ese motivo unas horas más tarde—, no tienes ninguna excusa para actuar así. Tuviste la misma oportunidad de tener una iguana como Lira la tuvo de tener su conejillo de indias. Si hubieras cuidado bien de tu pez dorado, te hubiéramos dejado tener una iguana. Pero no cuidaste de tu pez, nunca lo alimentaste ni limpiaste su pecera. Lira tuvo que hacerse caro y cuidar de tu pez y del de ella.
—¡Pero ya no me gustan los peces dorados! —exclamó Rex.
—Bueno, debiste haber pensado en eso antes de traerlo a la casa después del festival de la escuela. Cuando traes cosas a la casa, especialmente seres vivos, tienes que cuidarlas. Si no podemos confiar en ti para que cuides de algo pequeño de lo que eres responsable, ¿cómo podemos esperar que cuides de algo más grande y complicado como una iguana? —papá hizo una pausa—. ¿Sabes, hijo? Es bueno que recuerdes que Dios también trabaja muchas veces así.
—¿A qué te refieres? —preguntó Rex—. ¿Me estás diciendo que no debería orar por una iguana?
—No —contestó su padre—. Estoy diciendo que Dios usualmente confía a Sus hijos tareas pequeñas antes de darles cosas grandes para hacer. He conocido personas que han soñado con hacer cosas grandes con sus vidas para servir a Dios, pero les faltó la disciplina para acabar lo que empezaron en cosas que parecían pequeñas, como cumplir fielmente con los quehaceres cotidianos con una buena actitud —papá apretó cariñosamente el hombro de su hijo—. Cumplir con dedicación las cosas pequeñas, aun las pequeñas tareas como cuidar de un pez dorado, nos ayuda a prepararnos para las tareas más grandes que Dios quizá nos dará más adelante. Él usa las cosas pequeñas que hacemos para ayudarnos a aprender y a crecer para que seamos más como Jesús, quien es siempre fiel en todo lo que hace.
Rex pensó en las palabras de su padre.
—¿Papá? —expresó después de un momento—. ¿Puedo recuperar a mi pez dorado?
Papá sonrió.
—Supongo que podemos darte otra oportunidad.
LYNDEL F. WALKER
SÉ FIEL EN LAS COSAS PEQUEÑAS
VERSÍCULO CLAVE: LUCAS 16:10 (PDT)
SI ALGUIEN ES DE FIAR EN LO POCO, SERÁ DE FIAR EN LO MUCHO.
¿Haces tus quehaceres y las tareas de la escuela cuando tienes que hacerlas? ¿Tratas a tus amigos y familiares con bondad y respeto, aun cuando las cosas no salen como tú quieres? Tal vez te parezcan cosas pequeñas, pero son importantes para Dios, y cumplir con estos encargos demuestra que se puede confiar en ti para con responsabilidades mayores en el futuro. Sé fiel en las cosas pequeñas que Dios ha puesto en tu vida ahora, para que puedas usarlas para prepararte para las cosas más grandes en el futuro.
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