Almas en peligro

Teo colgó cuidadosamente un póster en la pared de su habitación y se hizo para atrás para mirarlo.

«¡LA EXTINCIÓN ES PARA SIEMPRE! ¡SALVA EL PLANETA AHORA MISMO!», decía con letras grandes e imponentes. El niño después bajó corriendo las gradas, dos por paso.

—¡Espera, Teo! ¡Más despacio! ¿A dónde vas y qué tienes en esa caja? —le preguntó su padre.

—Estos son calendarios que estamos vendiendo para nuestro proyecto de la escuela —respondió Teo—. Cada mes tiene la fotografía de un animal en peligro de extinción. El dinero que ganemos será para ayudar a investigar las maneras en que la gente puede cuidar mejor de la tierra. Muchos animales y plantas ya están extintos, ya no existen. Queremos evitar que eso siga pasando —el niño abrió la caja—. ¿Cuántos quieres? —preguntó emocionado.

—Compraré dos —indicó papá con una sonrisa—. Estoy orgulloso de ti, hijo. Es importante cuidar bien de la tierra que Dios nos ha dado —después suspiró—. Pero es terrible que muchas veces nos olvidamos de algo que está en mayor peligro.

—¿A qué te refieres? —preguntó Teo—. ¿A las selvas tropicales?

Su padre negó con la cabeza.

—No estaba pensando en animales ni en el medio ambiente. Pensaba en las almas de las personas. Cualquiera que rechace a Jesús experimentará algo mucho peor que la extinción, tendrá que enfrentar el castigo eterno en el infierno. Es bueno que estemos preocupados por salvar la tierra, pero deberíamos estar aún más preocupados por salvar a las personas.

—Nunca había pensado en eso —confesó Teo con el ceño fruncido—. Pero no puedo hacer que las personas se hagan cristianas.

—No —declaró papá—. Pero piensa en tu proyecto para salvar la tierra, hijo. ¿Puedes evitar que las personas hagan cosas que destruyan el planeta?

—Bueno, no —admitió Teo—. Pero puedo crear conciencia sobre lo que está pasando con la tierra, para que lo sepan. Entonces puedo tener la esperanza de que decidan cambiar.

—Correcto —afirmó papá—. Y eso es lo que debemos hacer con la gente que no conoce a Jesús. No podemos hacer que se conviertan en cristianos, pero sí podemos hablarles de lo que Jesús hizo por ellos, orar por ellos y demostrarles el amor de Dios a través de nuestras acciones. Entonces tenemos la esperanza de que decidan que también quieren confiar en Jesús.

LINDA E. KNIGHT

HABLA A LAS PERSONAS DE JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: MARCOS 16:15

VAYAN POR TODO EL MUNDO Y PREDIQUEN EL EVANGELIO A TODA CRIATURA.

¿Te preocupas por nuestro planeta? Todos debemos hacer nuestra parte para cuidar de la creación de Dios, pero ¿qué de las personas que no conocen a Jesús? ¿Te preocupan sus almas? Los humanos son la mayor creación de Dios y Jesús se hizo humano Él mismo para tomar el pecado por nuestros pecados en la cruz, para que podamos ser salvos. Confía en que Él te ayudará a compartir las Buenas Nuevas de Su amor con otras personas.