Nueva escuela

Kelly se esforzó muchísimo para aguantarse las ganas de llorar todo el día en la escuela. Cuando su madre la recogió, al final del día, las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas. Mamá le tocó el brazo.

—¿Qué pasa, hijita?

—Todo —contestó Kelly.

—Con el tiempo te ajustarás a tu nueva escuela —aseguró su madre, inclinándose para darle un abrazo—. Solo fue el primer día.

«El peor día de su vida», pensó Kelly. Ella se volvió a la ventana mientras recordaba lo que había pasado en las últimas horas y las lágrimas siguieron fluyendo. En primer lugar, estuvo a punto de perder su primera clase porque no encontraba el aula. Después se le regó todo el contenido de su mochila y tuvo que recoger sus cosas mientras todos la observaban y se reían de ella. Y luego fue el almuerzo…

—Puedes contarme —la delicada voz de su madre interrumpió los pensamientos de la niña—. ¿Qué pasó?

—El almuerzo fue una tragedia —comentó Kelly—. Ni siquiera podía encontrar una mesa dónde sentarme, así que terminé comiendo sola en una esquina.

Mamá frunció el ceño.

—Lo siento, hija.

Kelly suspiró.

—¿Y si nunca logro encajar?

—Sí vas a encajar —la madre apretó cariñosamente la mano de su hija—. ¿Oraste y sentiste que Dios estaba contigo hoy?

Kelly negó con la cabeza lentamente al darse cuenta de que no lo había hecho.

—Dios siempre está contigo —aseguró mamá—. Aun cuando sientas que estás completamente sola, Jesús está aquí contigo, para ofrecerte Su paz y consuelo. Él entiende lo que es no encajar, y te ayudará a salir adelante en los días difíciles en tu nueva escuela. El Señor me está ayudando también en los días difíciles en mi trabajo nuevo.

—¿En serio? —Kelly miró a su madre.

Mamá asintió.

—Me estaba costando encontrar mi lugar allí. Siempre es difícil cuando todavía no conoces a nadie. Además, ¡ni siquiera sabía cómo funcionaba la cafetera!

—¿De veras? —Kelly sabía cuándo su madre amaba el café.

—Oré por todo y hoy una mujer mayor me ayudó y me enseñó cómo hacer café. Creo que también hice una amiga —mamá sonrió—. Dios siempre estará contigo y te ayudará, hijita. No te des por vencida todavía con tu nueva escuela.

—No lo haré —Kelly respiró profundamente y se secó las lágrimas—. Oraré por esto y mañana lo volveré a intentar.

BETHANY ACKER

DIOS ESTÁ CONTIGO

VERSÍCULO CLAVE: ISAÍAS 41:13 (NVI)

YO SOY EL SEÑOR TU DIOS, QUE SOSTIENE TU MANO DERECHA; YO SOY QUIEN TE DICE: “NO TEMAS, YO TE AYUDARÉ”.

¿Alguna vez te has cambiado de escuela o te ha costado hacer nuevos amigos? ¿Le pediste a Dios que esté contigo y te ayude en ese momento difícil? Jesús entregó Su vida por ti y le importa lo que estás pasando, por eso prometo que siempre estará contigo. Confía en que el Señor te ayudará en medio de todas las cosas difíciles que afrontes y te dará Su consuelo y Su paz.