Comida rápida
—Bueno, niños. Vamos —gritó papá después que terminara la reunión de natación de Kiara—. Solo nos queda media hora antes del partido de fútbol de Vicente.
—Parece que vamos a tener que comprar comida rápida otra vez —comentó su madre después de cerrar la puerta del automóvil. Ella suspiró—. Esa no es una elección saludable.
—En la escuela aprendimos sobre los grupos de alimentos —les contó Kiara—. Nuestros cuerpos necesitan algo de cada grupo para que tengamos el equilibrio correcto de vitaminas y nutrientes, para tener la energía que necesitamos para crecer y estar saludables.
—Bueno, yo no tengo problema con el grupo de alimentos de las hamburguesas y las papas fritas —bromeó Vicente—. ¡Tampoco con los helados!
Mamá rio.
—Sé que te gustan esas cosas, pero tenemos que encontrar la manera de comer más saludablemente, a pesar de nuestra apretada agenda, o hacer que nuestros horarios no sean tan ocupados.
—Vamos a tener que hacerlo —afirmó papá—. ¿Saben? Un horario demasiado ocupado puede también interferir con nuestra dieta espiritual. Muchas veces tenemos una dosis saludable de tiempo con Dios los domingos, pero nos conformamos con comida rápida espiritual el resto de la semana, como cuando decimos una oración rápida antes de las comidas y solo mordisqueamos unos versículos por aquí y por allá.
—Esas oraciones pequeñas y versículos cortos no son malos, pero muchas veces necesitamos más —explicó su madre—. Jesús murió y resucitó para que podamos tener una relación con Él, cuando la vida es fácil y cuando está ocupada. El Señor quiere pasar tiempo contigo porque te ama.
Vicente arrugó sus cejas.
—Pero ¿cómo puedo hacer eso durante mi partido de fútbol?
—¡Ya sé! —exclamó Kiara, brincando en el asiento del automóvil—. ¡El Espíritu Santo!
—¡Exactamente! —declaró papá—. Dios dio Su Espíritu a todos los que creen en Jesús, para que estuviera con nosotros todo el tiempo, incluso en la cancha de fútbol o en la piscina. El Espíritu Santo nos recuerda la verdad de Dios en la Biblia y alimenta nuestra fe, incluso cuando estamos ocupados.
—Pero todavía necesitamos tiempo para descansar y reflexionar —aseguró mamá—. Por esa razón es importante ir a la iglesia, orar y leer la Biblia.
—¡Esa sí es una opción saludable! —expresó Kiara.
—Sí —indicó Vicente mientras su padre se estacionaba en el restaurante de comida rápida—. ¡Pero me alegra que podamos cenar aquí!
Mamá sonrió.
—Es lo que nos toca por hoy, ¡pero es hora de hacer algunos cambios para tener cuerpos y almas más saludables!
LORE WOLIF
TRATA DE TENER UNA DIETA ESPIRITUAL SALUDABLE
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 14:26
EL ESPÍRITU SANTO, A QUIEN EL PADRE ENVIARÁ EN MI NOMBRE, ÉL LES ENSEÑARÁ TODAS LAS COSAS, Y LES RECORDARÁ TODO LO QUE LES HE DICHO.
¿Qué tipo de alimento espiritual comes? ¿Solo tienes una buena comida una vez por semana en la iglesia? ¿La oración es solo algo que haces de apuro? Así como necesitas comida saludable para tu cuerpo, tu dieta espiritual también es importante. Así que no descuides pasar tiempo con Jesús, leer y escuchar Su Palabra en la iglesia y por tu cuenta. Y, cuando la vida se ponga ocupada, recuerda que Su Espíritu siempre está contigo para recordarte de la verdad y el amor del Señor.
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