¿A quién le hace daño? (Parte 1)

Azucena permanecía acostada en su cama, a oscuras, pensando en el tío Damián, que estaba en el hospital, gravemetne herido. Incluso podría morir.

—Cleo —susurró—, ¿estás dormida?

—No —fue la respuesta desde la otra cama—. Quisiera que mamá y papá llegaran a casa del hospital.

—Papá dijo que el conductor del otro automóvil estaba ebrio —a Azucena se le quebró la voz y lloró en silencio—. ¡No es justo! El tío Damián podría morir y ese otro hombre está caminando como si nada.

Cuando sus padres finalmente llegaron a la casa, las niñas seguían despiertas. Papá entró y se arrodilló entre sus camas.

—Antes que nada —dijo—, quiero que sepan que su tío Damián está un poquito mejor. Además, conocí hoy al conductor del otro carro. Está muy arrepentido y triste.

—Bueno, más le vale —expresó Celo—. Ese hombre debería irse a la cárcel… ¡ para siempre!

—Es probable que sí tenga que ir a la cárcel —afirmó su padre—. Me dijo que era cristiano, pero…

—¡No lo creo! —interrumpió Azucena.

—Dijo que sus amigos lo convencieron de que tomara hoy —continuó papá—. Pudo haber elegido no tomar y conducir, pero no lo hizo. Ahora está muy arrepentido, pero no puede cambiar lo que pasó. Sabe que merece ser castigado.

—Ningún cristiano haría lo que hizo este hombre —aseguró Azucena.

—Los cristianos pecan, hija —le recordó su padre—. Todos hacemos cosas que son malas, y la gente sale afectada por nuestras acciones, ya sea que lo creamos o no.

—Supongo que eso es verdad —admitió Cleo—. ¿Recuerdas cuando mi amiga Sofía en un inicio no quería venir conmigo al club de Biblia? Decía que era porque los cristianos no eran diferentes de las demás personas. Conocía a unos chicos cristianos que mentían, hacían trampa en los exámenes y hacían cosas así, igual que los otros niños

Papa asintió.

—Nuestros pecados no solo nos afectan a nosotros, sino que también afectan a otros. A veces dañan a otra persona directamente, como lo que le pasó al tío Damián cuando ese hombre decidió tomar y conducir esta noche. Otras veces hacen daño a la percepción que tienen las personas de lo que significa ser un cristiano. La buena noticia es que Jesús promete perdonar nuestras ofensas y ayudarnos a hacer lo correcto. La próxima vez que te sientas tentada a hacer algo que no deberías, piensa en las personas a las que podrías hacer daño. Después confía en que Dios ayudará a tomar la decisión correcta.

ALYSSA LILJEQUIS

TU PECADO AFECTA A OTRAS PERSONAS

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 14:7

NINGUNO DE NOSOTROS VIVE PARA SÍ MISMO.

¿Crees que tu pecado no hace daño a nadie? Cada vez que haces algo malo, afecta a otros. Las cosas como las drogas, el exceso de alcohol y robar pueden arruinar a familias enteras. Pero las cosas como mentir, hacer trampa y reírse de otros puede también provocar heridas profundas. Cada vez que sientas la tentación de hacer algo malo, confía en que Dios te ayudará a hacer lo correcto, de modo que tus acciones no hagan daño a otros ni a ti mismo.

Clave de Hoy
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