Red de seguridad

Leer: Salmo 91

Natalia y Alexandra estaban sentadas en el pasto mientras esperaban el autobús. Alexandra estaba callada esa mañana: algo daba vueltas en su mente.

—¿En qué estás pensando? —preguntó Natalia.

Alexandra levantó la mirada.

—Solo estaba pensando en una conversación que tuve ayer con mi mamá. Ella me habló de una cosa llamada «red de seguridad». Se puso muy seria cuando lo mencionó.

Natalia se veía confundida.

—¿Qué es una red de seguridad?

—Es una lista de cinco personas de confianza, como mi mamá, mi papá, nuestra maestra, la señora Cervantes, mi tía y mi abuelita. Estas son las personas con las que puedo hablar de cualquier cosa. Mamá dice que si alguien me dijera o hiciera algo que me hace sentir incómoda, siempre puedo hablar con las personas en mi red de seguridad.

—¡Esa es una excelente idea! —opinó Natalia—. Es bueno tener un plan por si algo feo pasara.

Alexandra asintió. Ella estaba de acuerdo.

—¿Te acuerdas del verano pasado, cuando nuestras mamás nos llevaron al circo? Ese hombre que caminaba por la cuerda floja tenía debajo una red de seguridad. Así, si algo feo pasara, él sabría que estaría a salvo. Mamá dijo que una red de seguridad funciona de ese modo —la niña arrancó un poco del pasto y lo frotó con sus dedos—. Hablar de eso con mi mamá también me hizo estar agradecida por la red de seguridad de Dios.

—¿A qué te refieres? —preguntó Natalia.

—Bueno, cuando mi mamá y yo hablamos, leímos un capítulo en la Biblia sobre cómo Dios es nuestro protector y siempre podemos confiar en Él. Jesús murió para salvarnos de lo más feo que podría pasarnos, la eternidad sin Dios, y promete que estará a nuestro lado cuando sucedan cosas feas. Mamá dice que una de las maneras que Él nos ayuda es a través de las personas en las que podemos confiar, como los que son parte de nuestra red de seguridad —Alexandra metió la mano en su mochila y sacó su pequeña Biblia—. Mira, dejé una marca en el versículo… está en los Salmos.

Las dos niñas se pusieron de pie cuando oyeron que el autobús se acercaba. Alexandra se dio la vuelta y se despidió con un gesto de su madre, quien las estaba mirando desde la puerta de la casa.

—Tienes razón, Alexandra —dijo Natalia después de leer el pasaje en la Biblia de su amiga en el camino hacia la escuela—. ¡Me hace sentir tan bien saber que Dios me ha dado una red de seguridad!

EMILY TENTER

TEN UNA RED DE SEGURIDAD

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 91:2

DIRÉ YO AL SEÑOR: «REFUGIO MÍO Y FORTALEZA MÍA, MI DIOS, EN QUIEN CONFÍO».

¿Tienes una red de seguridad, es decir, una lista de las personas a las que puedes hablar sobre cualquier cosa? Tener una red de seguridad es muy importante. Si no tienes una, conversa con tu mamá, tu papá u otro adulto de confianza para que sepas quién debe ser parte de tu red. ¡Y recuerda que Dios debe ser el primero de tu lista! Si conoces a Jesús, Él promete que estará contigo todo el tiempo. Acude al Señor cuando las cosas se pongan feas en tu vida y confía en que Él te ayudará.

Clave de Hoy
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