Todavía no está terminado

—¿Vamos a sangrar todos los árboles hoy? —preguntó Sancho mientras ayudaba a su padre a taladrar un agujero en el tronco de un árbol de arce para insertar un pequeño grifo—. ¡Eso nos tomará siglos!

—Hacer jarabe de arce sí toma mucho tiempo y es un trabajo duro —aseguró papá—. Pero vale la pena el esfuerzo.

Una vez que todos los árboles de arce tenían baldes colgados en los grifos para recoger toda la savia que gotearía de los tubos durante la semana, regresaron a la casa y Sancho se dejó caer en una silla.

—En una semana, más o menos, tendremos que recoger todos esos baldes llenos de savia —indicó—. ¡Pero no tendremos el jarabe todavía! Primero tendremos que echar la savia en ese contenedor grande y encender un fuego debajo para hervirla por mucho tiempo. Cuando se haya evaporado el agua de la savia, ¡probablemente tendremos solo un pequeño cubo de miel! —él suspiró—. Todo ese trabajo para tan poquito jarabe de arce. ¡Sería mucho más fácil comprarlo, en lugar de hacerlo!

—Es verdad —afirmó mamá—. Pero no sería tan bueno. Estamos buscando la calidad. ¡Sigan así y comeremos los mejores panqueques del mundo!

—No debemos cansarnos de hacer el bien —declaró su padre.

Sancho sonrió.

—Conozco ese versículo de la Biblia, pero creo que no se trata de hacer jarabe de arce.

—Yo tampoco lo creo —aclaró papá—. Pero podemos aprender algo si comparamos el proceso de hacer el jarabe de arce con el crecimiento espiritual. Si mantenemos vivo ese fuego bajo la savia pacientemente, obtendremos los resultados: un delicioso jarabe de arce. Y cuando Dios trabaja en nuestros corazones, ayudándonos a conocer mejor a Jesús y a demostrar Su amor a otros, Él nos trae también buenos resultados.

Su madre asintió.

—Mientras hacemos el jarabe de arce este año, recordemos que Dios está haciendo una tarea similar en nosotros. Podemos confiar en que el Señor usará las experiencias de nuestras vidas para hacernos más como Jesús y crecer en nuestra relación con Él. Jesús no ha terminado con ninguno de nosotros todavía; Él seguirá haciendo Su obra pacientemente en nosotros hasta el día en que veremos a Jesús cara a cara.

NANCE E. KEYES

CONFÍA EN DIOS PARA QUE CREZCAS ESPIRITUALMENTE

VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 1:6

EL QUE COMENZÓ EN USTEDES LA BUENA OBRA, LA PERFECCIONARÁ HASTA EL DÍA DE CRISTO JESÚS.

¿Estás luchando en tu caminar cristiano por la vida? ¿Haces lasa mismas cosas malas una y otra vez, o quisieras sentirte más cerca de Dios? Ser cristiano no significa que siempre te sentirás cerca de Dios o que nunca lucharás con el pecado, pero Jesús promete que siempre estará contigo y te perdonará. Él murió y resucitó para salvarte y seguirá haciendo Su obra a lo largo de tu vida. El Señor empezó una buena obra en ti, cuando pusiste tu confianza en Él, y promete que la terminará.

Clave de Hoy
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