La forma de ser sabios

La maestra entregó los exámenes calificados, poniéndolos boca abajo en los escritorios. Layla tenía miedo de darle la vuelta al suyo y, en lugar de hacerlo, lo metió en su cuaderno sin mirar. Cuando sonó la campana, ella guardó su cuaderno y su chaqueta en la mochila y se dirigió a su casa.

A mitad del camino, la niña se sentó en una pila de neumáticos en la esquina de una mecánica de automóviles. Sacó su cuaderno y después el examen calificado. Como lo sospechaba, tenía en rojo una nota de reprobado. Ella arrugó el papel y lo tiró en el bote de basura que había junto al garaje de la mecánica.

—¡Detesto la escuela! —exclamó Layla al entrar en la cocina de su casa—. Leer es demasiado difícil.

Su madre se veía preocupada.

—¿La clase especial de lectura no te está ayudando?

—En realidad, no —la niña suspiró se sentó en una silla—. La maestra es buena gente y todo eso, pero parece que nada está cambiando. ¡Me siento tan mensa!

Mamá acarició el cabello de su hija para ver mejor su cara.

—No eres mensa, corazón. Sé que quieres mejorar en tu lectura y estoy orgullosa de ti por trabajar tan duro. Leer es una destreza importante para la vida y me alegra que quieras aprender a hacerlo bien —su madre sonrió, pensativa—. ¿Sabías que hay algo aún más importante que debes tener en tu vida? Es algo que no puedes tener sola.

Layla negó con la cabeza.

—¿Qué cosa?

—Sabiduría —contestó mamá—. La sabiduría nos permite saber lo que es verdadero y correcto, y nos muestra cómo aplicar esa verdad a nuestras vidas.

—¿Y cómo conseguimos sabiduría? —preguntó Layla.

—Esperaba que me lo preguntaras —dijo su madre con una sonrisa—. La Biblia nos dice que le pidamos sabiduría a Dios y Él nos la dará.

—Entonces, ¿solo tengo que orar y seré más inteligente? —preguntó Layla, confundida.

—Ser sabia es más que simplemente ser inteligente y tener información, se trata de conocer la verdad de Dios y de confiar en Él. Para tener sabiduría, debemos tener fe en Jesús. Después, mientras Él trabaja en nuestras vidas por medio del Espíritu Santo, creceremos en sabiduría y en nuestro conocimiento de Él.

—Me alegra tanto que Dios nos dé sabiduría cuando la pidamos —comentó Layla—. ¡Voy a orar y pedirle que me ayude también con mi lectura!

BONNIE CARR

ORA POR SABIDURÍA

VERSÍCULO CLAVE: SANTIAGO 1:5 (NVI)  

SI A ALGUNO DE USTEDES LE FALTA SABIDURÍA, PÍDASELA A DIOS Y ÉL SE LA DARÁ, PUES DIOS DA A TODOS GENEROSAMENTE SIN MENOSPRECIAR A NADIE.

¿Quisieras ser más inteligente? ¿Tienes preguntas que no puedes responder? Aunque es importante que estudies en la escuela y aprendas cosas nuevas, nunca tendrás todas las respuestas. Solo Dios las tiene, y conocerlo a Él es más importante que saber cualquier otra cosa. Pídele al Señor que te dé sabiduría y Él te ayudará a ver cuánto necesitas a Jesús. Cuando conoces a Jesús como tu Salvador, Él te ayuda a crecer en sabiduría y en entendimiento.

Clave de Hoy
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