Noche estrellada
—¡Guau, mira todas las estrellas! —Beto admiraba boquiabierto los puntos diminutos de luz extendidos por el cielo de la noche, mientras caminaba con su padre por la playa—. ¡Creo que nunca había visto tantas al mismo tiempo!
—Es asombroso, ¿verdad? —papá extendió una manta en la arena para que pudieran sentarse—. Esta siempre ha sido mi parte favorita de acampar, estar lejos de todas las luces de la ciudad, para poder ver las estrellas.
—Sí —afirmó Beto, señalando a un punto titilante de luz—. ¡Mira esa! Es más brillante que las demás.
—Esa es Sirio o la «Estrella Perro». Es una de las más cercanas a la tierra y su tamaño es el doble que el de nuestro sol.
—¿En serio? ¿Es más grande que el sol? —preguntó Beto.
—Claro que sí. Y es pequeña en comparación con otras estrellas de la galaxia —papá apuntó a un punto que quedaba un poco debajo de Sirio—. En esa área del cielo está una de las estrellas más grandes que conocemos, la VY Canis Majoris. ¡Es dos mil veces más grande que el sol! —papá sacó una moneda de veinticinco centavos de su bolsillo—. Si esta moneda fuera el sol, ¡VY Majoris llenaría la mitad de una cancha de fútbol!
—¡No puede ser! —Beto miró el tenue puntito en el cielo—. ¡Pero casi no se la ve desde aquí!
—Está demasiado lejos para verla solo con los ojos —explicó su padre—. Necesitas binoculares o un telescopio.
—Es muchísimo más grande que Sirio, pero Sirio es más fácil de ver —observó Beto—. Y el sol es la estrella más pequeña, ¡pero es la que más brilla aquí en la tierra!
—Es por la distancia entre las estrellas y la tierra, no por su tamaño. Si las vieras a las tres, una junto a la otra, ¡sabrías cuál es la más grande!
Papá se inclinó sobre la manta y siguió hablando:
—¿Sabes? Lo mismo sucede con la forma en que vemos a Dios, Aquel que hizo las estrellas. A veces, en la tierra, Dios puede parecer pequeño y distante, en comparación con otras cosas que parecen importantes, como tener éxito o cosas de moda. Pero Dios envió a Su Hijo, Jesús, para acercarnos a Él, y cuando tenemos una relación con Jesús y vemos Su bondad en nuestras vidas, Su luz se hace más brillante y todo lo demás pierde su brillo. Así como estar cerca de una estrella es la única forma de ver su verdadero tamaño, necesitamos que Jesús nos muestre cuán grande y maravilloso realmente es Él.
COURTNEY LASATER
PUEDES TENER UNA RELACIÓN CON DIOS
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 1:14 (NTV)
LA PALABRA [JESÚS] SE HIZO HOMBRE Y VINO A VIVIR ENTRE NOSOTROS… Y HEMOS VISTO SU GLORIA.
¿Alguna vez Dios te ha parecido pequeño y distante? A lo mejor no creas que Él es tan importante como otras cosas en tu vida, porque no puedes verlo ni toarlo. Pero Dios es más grande y poderoso de lo que podrías imaginar. ¡Él creó todo el universo y quiere tener una relación contigo! Confía en Jesús hoy mismo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti). ¡Así verás cómo la luz de Dios se vuelve cada vez más brillante en tu vida!
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