Buenas obras de gratitud
Aitor corrió a la puerta cuando oyó botas en las gradas.
—¡Papá! —gritó.
El padre rodeó a su hijo en un gran abrazo.
—¡Te extrañé mucho! —expresó papá—. Mi viaje de trabajo fue solo de pocos días, pero los sentí demasiado largos —él abrazó a mamá y después se agachó para abrir su maleta—. Tengo algo para ti —papá le entregó una bolsa a Aitor.
El niño abrió la bolsa. Su rostro se iluminó al ver su regalo.
—¡Qué genial! ¡Gracias, papá!
El niño sacó un pequeño cuaderno con el puente Golden Gate en la tapa.
—Creí que te gustaría un nuevo cuaderno para tus dibujos —explicó papá.
Aitor sonrió. Lo primero que quería dibujar era una tarjeta de agradecimiento para su padre.
Antes de la hora de dormir, Aitor le entregó la tarjeta a su papá.
—¡Me encanta, hijo! ¡Gracias! —exclamó papá.
Aitor sonrió y después se armó de valentía para hacer la pregunta en la que había estado pensando todo el día:
—Papá, he querido preguntarte algo —Aitor respiró profundamente—. ¿Cómo puedo ser lo suficientemente bueno como para ir al cielo?
Papá levantó la mirada de la tarjeta.
—¿Por qué dices eso?
—Porque no importa cuántas cosas buenas haga, ¡siempre hago más cosas malas! ¿Por qué Dios me dejaría entrar en el cielo, si no puedo hacer suficientes cosas buenas? —preguntó Aitor.
—Hijo, ¿por qué me diste esta nota de agradecimiento? ¿Por qué no diste el dinero para pagarme por el cuaderno?
—¡Porque fue un regalo! —reclamó Aitor.
—Exactamente —dijo papá—. Porque fue un regalo, no tienes que pagarme por él. Lo mismo sucede con nuestra salvación. Jesús perdona nuestros pecados sin costo alguno, como un regalo. Lo único que debemos hacer es recibir Su regalo —el padre sostuvo en alto la tarjeta de agradecimiento—. Nuestras buenas obras son como esta tarjeta. No podemos usarlas para comprar nuestra entrada al cielo. Los cristianos hacemos cosas buenas porque estamos agradecidos con Dios por salvarnos y queremos decirle gracias”.
Aitor pensó en lo que dijo su padre.
—Quiero hacer lo mismo. ¿Puedo pedirle a Jesús que me salva y después darle gracias por Su perdón?
Papa sonrió.
—Oremos.
OLIVIA SUMMERS
LAS BUENAS OBRAS NO SALVAN
VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 11:6
SI [LA SALVACIÓN] ES POR GRACIA, YA NO ES A BASE DE OBRAS, DE OTRA MANERA LA GRACIA YA NO ES GRACIA.
¿Haces cosas buenas porque quieres entrar en el cielo? La Biblia dice que las buenas obras no pueden salvarnos. La única forma de ser salvos del pecado y tener vida eterna es confiando en Jesús, quien murió y resucitó para que nuestros pecados pudieran ser perdonados y podamos tener una nueva vida en Él. Confía en Jesús para que te salve. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti). Entonces podrás usar tus buenas obras para demostrar tu gratitud y bendecir a los demás.
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