Vales más que los pajarillos

—¡Pero tengo tanto miedo! —lloró la hermanita menor de Rebeca.

—Lo siento, Carina, pero tienes que ir. Será mejor que te pongas ya los zapatos. Vamos a salir en quince minutos —contestó Rebeca.

Mientras se ponía sus zuecos, Carina preguntó:

—Rebeca, ¿me va a doler mucho?

—Bueno, te dolerá un poco. Cuando el dentista te saca un diente, te duele por un rato, pero el dolor no durará mucho tiempo —Rebeca trató de consolar a su hermana.

Las lágrimas llenaron los ojos de Carina.

—Rebeca, tengo muchísimo miedo. ¡Nunca he tenido tanto miedo en mi vida!

Rebeca se sentó en la cama.

—Carina, ¿quieres saber qué puedes hacer para que ya no tengas tanto miedo? —cuando la pequeña asintió, la hermana mayor continuó—. Cada vez que tenemos miedo, podemos confiar en el Señor. ¡Podemos orar para que Dios nos ayude a recordar que Él está con nosotros y que podemos confiar en Él!

Carina levantó la mirada y vio a su hermana.

—Pensé que había que orar al Señor para las cosas importantes, como cuando alguien realmente está enfermo o muriendo. ¿Estás segura de que escuchará mi oración porque me van a sacar un diente de leche?

—Dios oye todas las oraciones —aseguró Rebeca mientras tomaba la Biblia que estaba en su escritorio—. Mateo 10:29-31 dice: «¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Y, sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin permitirlo el Padre. Y hasta los cabellos de la cabeza de ustedes están todos contados. Así que no teman; ustedes valen más que muchos pajarillos». ¿Te das cuenta? Jesús nos dice que Dios se preocupa aún por los pajarillos. ¡Y tú eres mucho más importante que un pajarillo, Carina! Dios entregó a Su propio Hijo para que pudieras ser salva y pertenecerle a Él. Dios te ama y quiere que acudas a Él para pedirle ayuda cuando tienes miedo.

—Entonces, ¿Dios escucha también las oraciones pequeñas?

—¡Sí!

—Está bien —indicó Carina—. Oraré y le pediré a Dios que me ayude.

Carina se arrodilló junto a la cama de Rebeca.

—Amado Dios —oró—, por favor, ayúdame a no tener miedo cuando vaya al dentista. Por favor, ayúdame a que no duela mucho. Gracias porque valgo más que un pajarillo. Amén.

En ese momento, su madre las llamó.

—¡Niñas, es hora de irnos!

Carina se levantó de un brinco y le dijo a Rebeca:

—¡Me alegra tanto que Dios se preocupe por mí!

—¡A mí también! —respondió Rebeca.

EVIE NEWTON

ERES IMPORTANTE PARA DIOS

VERSÍCULO CLAVE: MATEO 10:31

NO TEMAN; USTEDES VALEN MÁS QUE MUCHOS PAJARILLOS.

¿Te preocupas por las cosas pequeñas? ¿Alguna vez oras por estas cosas y te preguntas si a Dios le importa? ¡Sí le importa! Dios se preocupa aun por los pajarillos, ¡y tú vales mucho más para Él que ellos! Jesús murió por tus pecados, para que pudieras ser un hijo o hija de Dios. Trae tus preocupaciones al Señor, porque sabes que a Él le importa y ha prometido ayudarte.