No lo logro (Parte 2)

Lía no podía dejar de pensar en su ensayo de ballet de la tarde, mientras seguía a su madre por el zoológico. «Nunca podré hacer el demi-pointe», pensó con un suspiro.

Mamá se detuvo cuando llegaron a un hábitat lleno de formaciones de roca.

—¡Ya llegamos! Los animales que quiero que veas viven en África, entre estas rocas llamadas kopje.

Lía leyó el letrero.

—¿Saltarrocas? Qué nombre tan gracioso… ¡Oh, mira, mamá! ¡Ahí hay uno! —la niña y su madre observaron fascinadas cómo el antílope enano de sesenta centímetros brincaba con gracia de una roca a otra.

—Mira lo diminutas que son sus pezuñas. Aquí dice que tienen el diámetro de una moneda de diez centavos. ¡Me puedo imaginar un pequeño tutú rosado en ese saltarrocas y unos zapatos de ballet pequeñitos! —chilló Lía, emocionada.

Mamá sonrió.

—¿Te fijaste en la forma en que se paran?

—Sí, parece como si estuvieran de puntilla, a pesar de que tienen pezuñas. ¡Es tan impresionante que puedan saltar y aterrizar en una sección de roca que no es más grande que mi mano!

Su madre asintió.

—Dios provee a los saltarrocas todo lo que necesitan para vivir en este tipo de hábitat. Estos animalitos tienen varios depredadores en su vida silvestre, pero vivir en estas rocas les ayuda a estar más seguros. Eso me recuerda cómo Dios es nuestra Roca. Podemos encontrar refugio en Jesús, porque Él nos ha salvado del pecado y promete que siempre estará con nosotros.

Lía sonrió.

—Ya entiendo por qué querías que yo viera estos saltarrocas, mamá. Cuando vaya al ballet la próxima semana, trataré de recordar que Dios me ha dado todo lo que necesito en Él, ¡aun si no puedo pararme de puntillas tan bien como estos lindos animalitos!

—¿Sabías que hay algunos versículos de la Biblia que hablan sobre los pies de los ciervos? —preguntó su madre—. En el libro de los Salmos, David escribe sobre cómo Dios nos protege como un escudo cuando nos refugiamos en Él y nos da Su fuerza. El salmista dice que Dios hizo sus pies como los de un ciervo y eso le permitió pararse en las alturas.

—¡Qué genial, mamá! —Lía movió sus pies para hacer las cinco posiciones del ballet—. Aunque sienta que no lo logro en el ballet, soy una hija de Dios para siempre, y eso es algo que jamás podré perder.

SAVANNAH COLEMAN

PERMANECE FIRME EN EL AMOR DE DIOS

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 18:31-33 (NTV)

¿QUIÉN MÁS QUE NUESTRO DIOS ES UNA ROCA SÓLIDA? DIOS ME ARMA DE FUERZA Y HACE PERFECTO MI CAMINO. ME HACE ANDAR TAN SEGURO COMO UN CIERVO PARA QUE PUEDA PARARME EN LAS ALTURAS DE LAS MONTAÑAS. 

¿Alguna vez has sentido que no tienes lo necesario para atravesar las situaciones difíciles en tu vida? Si eres un hijo o hija de Dios, Él ha prometido darte Su fuerza cuando te sientas débil, Su presencia cuando te sientas solo y Su amor sin condiciones. Deja que Dios sea tu Roca. Confía en que el Señor te proveerá con todo lo que necesitas y te ayudará a permanecer firme en Su amor cuando pases por dificultades.

Clave de Hoy
0 replies

Leave a Reply

Want to join the discussion?
Feel free to contribute!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *