Los delfines no dudan

Diana y su hermana Maritza brincaban emocionadas en la caseta donde vendían las entradas. Su madre les había enseñado por todo un mes sobre los diferentes animales marinos. Ahora estaban de visita escolar en un acuario para ver los animales de los que habían aprendido.

Cuando entraron en el acuario, Diana señaló un letrero que tenía la imagen de un delfín y una flecha que apuntaba a la derecha.

—¿Podemos ir a ver primero a los delfines? ¡Por favor! —rogó la niña.

Mamá rio.

—¡Claro!

Cuando llegaron al lugar, Diana corrió y apoyó su nariz en el vidrio para observar cómo los delfines daban volteretas, se movían y jugaban. Sus poderosas colas se movían de arriba abajo mientras los delfines se deslizaban suavemente por el agua azul.

Un trabajador del acuario las vio y se acercó:

—Niñas, ¿ustedes son amantes de los delfines?

Diana asintió.

—¡Son mis favoritos!

—¡Sí, hemos estado aprendiendo de ellos en la escuela! —agregó Maritza.

—¿En serio? —preguntó el trabajador—. ¿Qué aprendieron?

—¡Los delfines son inteligentes! —aseguró Maritza—. Les gusta jugar y comer peces.

—Sí, ¡y usan ecolocalización para cazar! —interrumpió Diana—. Hacen clics que viajan por el agua como ondas de sonido. Cuando las ondas de sonido chocan con un objeto, rebotan de regreso hacia el delfín y chocan con el melón, una parte de su frente que está hecha de fluido y tejido adiposo. El melón muestra al delfín imágenes claras de lo que hay por delante, como el sonar en un submarino.

—¡Parece que saben mucho! —exclamó el trabajador.

Cuando iban de regreso a su casa, Mamá preguntó.

—Diana, ¿por qué los delfines necesitan usar la ecolocalización?

—A veces no pueden ver lo que hay por delante, porque está muy oscuro o turbio —respondió la niña.

—¡Exactamente! —afirmó su madre—. Eso me hizo pensar en cómo la fe se parece a la ecolocalización.

—¿Cómo? —preguntó Maritza.

—A veces las cosas que tenemos por delante son oscuras o inciertas. Pero nuestra fe en Jesús significa que todavía podemos tener confianza en que Dios nos guiará, incluso cuando sea difícil ver —dijo mamá—. Sabemos que Jesús está con nosotros, pase lo que pase, porque Él nos salvó y promete que será nuestra luz en la oscuridad. Podamos confiar en que Él nos ayudará.

—Y los delfines no dudan en su ecolocalización —expresó Diana con una sonrisa—. Voy a ser como mi animal favorito y confiaré en mi ecolocalización. Voy a confiar en que Jesús me guiará.

OLIVIA SUMMERS

VIVE POR FE

VERSÍCULO CLAVE: 2 CORINTIOS 5:7

 PORQUE POR FE ANDAMOS, NO POR VISTA.

¿Alguna vez te preocupa lo que traerá el futuro? Al igual que los delfines, podemos tener confianza, aun cuando no podemos ver lo que tenemos por delante. La Biblia dice que nuestra fe debe guiarnos, no nuestra vista. Podemos confiar en que Jesús nos guiará por donde debemos andar. Cuando afrontes una situación incierta, busca Su ayuda al leer tu Biblia, orar y conversar con un adulto de confianza. ¡Después confía en que Dios hará que Su camino sea claro!