Fuera de alcance

El carrito a control remoto de Dorian pasó zumbando por la entrada del garaje. El niño empujó una palanca en el control para hacer girar al carrito y guiarlo de regreso a la cochera.

—¿Estás listo, papá? —preguntó Dorian cuando su padre salió con un carrito parecido en su mano—. ¡Vayamos al estacionamiento!

Cuando llegaron a un estacionamiento cercano, un par de niños ya estaban ahí.

—No hay problema, hay espacio para todos —aseguró papá, así que junto a su hijo fueron al otro extremo, lejos de los otros niños.

La pasaron muy bien. El padre hizo que su carrito saltara de las veredas, que diera volteretas y dar brincos mortales cayendo de nuevo en sus ruedas. Dorian derrapó el suyo en la tierra, dando giros bruscos para alcanzar al cochecito de su papá. Pero entonces tuvo un problema.

—¡Papá! ¡Mi carrito se volvió loco! ¡No lo puedo controlar!

Su padre observó por un momento.

—Creo que está demasiado lejos como para recibir tus señales. Mira, está demasiado cerca a los carritos de los otros niños y debe estar en la misma frecuencia que uno de sus cochecitos. Creo que está siguiendo las direcciones de uno de esos controles.

En ese momento, uno de los niños vio lo que estaba pasando con el carrito de Dorian.

—Te lo enviaré de regreso —gritó desde lejos.

En pocos instantes, Dorian pudo controlar nuevamente su carrito.

—Lo que pasó me recuerda la importancia de que los cristianos permanezcamos enfocados en la fuente correcta de dirección en nuestras vidas —comentó papá—. Si nos dejamos que las cosas de este mundo nos distraigan, podemos ser influenciados para ir en la dirección equivocada. Pero si nos deleitamos en Dios, Él mantendrá nuestras vidas en el camino correcto.

Dorian miró su carrito y le hizo dar un giro brusco cuando estuvo a punto de chocar con una vereda.

—Te entiendo, papá. ¡Quiero que mi vida siempre esté en el camino de Jesús!

—Yo también —afirmó el padre—. Como cristianos, tenemos el Espíritu Santo que nos guía y muchas veces lo hace comunicándonos la verdad y el amor de Dios en la iglesia, cuando oramos y cuando leemos Su Palabra. Enfoquémonos en la ayuda que el Señor nos ofrece y confiemos en que Él nos guiará en la dirección correcta.

NANCE E. KEYES

ENFÓCATE EN JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: SANTIAGO 4:8

ACÉRQUENSE A DIOS, Y ÉL SE ACERCARÁ A USTEDES.

¿Te distraes fácilmente de Dios? Nada de lo que este mundo te pueda ofrecer se compara con el amor, la esperanza y el gozo que encuentras en Jesús. Haz que tu vida se enfoque en Él. Dedica un tiempo en este día para orar para que puedas hacer la voluntad de Dios que se encuentra en la Biblia sea el centro de tu forma de vida. Como cristianos, tenemos el Espíritu Santo de Dios, y podemos confiar en que Él nos recordará la verdad, el amor y las promesas del Señor. Deléitate en Dios y Él te fortalecerá espiritualmente.