La llave correcta
—¿Seguro que no quieres venir conmigo a recoger a la abuela de su cita? —preguntó el abuelo de Ricardo mientras estacionaba el automóvil. El niño negó con la cabeza. Su plan era disfrutar de un vaso de leche y algunas de las galletas de su abuela mientras esperaba—. Está bien —dijo su abuelo, entregándole un llavero—. La llave redonda plateada es la de la casa. Tu abuela y yo volveremos pronto.
Ricardo tomó las llaves y caminó hacia la puerta. «Ninguna de estas llaves se ve como la que describió mi abuelo», pensó. Él probó cada una de las llaves en la puerta de entrada. Ninguna funcionó, así que rodeó la casa revisando cada ventana y puerta. Todas estaban cerradas de forma muy segura. El niño refunfuñó y trató de ignorar su estómago que hacía ruidos, mientras se sentaba a esperar en las gradas.
Después de lo que parecieron mil años, sus abuelos llegaron.
—¡No pude entrar! —exclamó Ricardo—. No me diste la llave correcta, abuelito.
—¿No? Es la… ¡Oh, no! ¡Espera! La saqué de ese llavero para sacar una copia. Me olvidé de ponerla otra vez ahí. Lo siento, hijo.
—Bueno, yo sí tengo una llave que funciona —aseguró la abuela, y se la entregó a Ricardo.
Un momento después, el niño abrió la puerta.
—¡Qué alivio! Creí que nunca podría entrar. ¡No hay nada peor que quedarse afuera de la casa cuando lo único que quieres es un vaso de leche y una de las galletas de la abuela!
—En realidad, sí existe algo peor —comentó el abuelo.
—¿En serio? ¿Qué? —preguntó Ricardo.
—Sería peor creer que uno entrará al cielo, pero descubrir demasiado tarde que tiene la llave equivocada.
—¿A qué te refieres? —preguntó Ricardo—. Uno no entra al cielo con llaves.
—No, no son llaves de verdad —explicó el abuelo—. Pero quizá pensamos que tener una familia cristiana o que tener una vida buena es la llave para entrar en el cielo. Pero no funciona así. Jesús dijo: «Nadie viene al Padre sino por mí». Solo podemos tener la llave correcta al confiar en Él. Jesús es el único que nos reconcilia con Dios y nos da vida eterna —el anciano hizo una pausa—. ¿Qué llave tienes, Ricardo?
El niño sonrió.
—Yo sí creo en Jesús y puse mi confianza en Él para que me salve, ¡entonces sé que tengo la llave correcta!
MARY ROSE PEARSON
POR TU CONFIANZA EN JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: HECHOS 16:31
CREE EN EL SEÑOR JESÚS, Y SERÁS SALVO.
¿Crees que irás al cielo algún día? ¿Cuál es la llave que piensas que te permitirá entrar? ¿Hacer buenas obras? ¿Ir a la iglesia? ¿Ser parte de una familia cristiana? Estas cosas no sirven para abrir la puerta del cielo. Jesús es la llave para tener vida eterna con Dios. Solo puedes recibir el perdón de los pecados y la salvación cuando pones tu confianza en Él. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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