Hora de levantarse

—¡Román! Te dije que te levantaras hace veinte minutos. ¡Apúrate! —exclamó la mamá del niño desde la puerta de su habitación—. ¡En pocos minutos salimos para la iglesia!

Adormilado, Román abrió los ojos. ¡Le costaba tanto despertarse por la mañana! Puso un pie en el piso y luego el otro. Hacía frío. El niño se envolvió en su manta.

—Román, ¿te estás apurando? —gritó su madre desde el pasillo unos minutos más tarde.

—Sí, me estoy apurando —contestó Román, quien se vistió rápidamente, pero luego volvió a meterse en la cama.

Cuando mamá regresó a la habitación para ver si su hijo estaba listo, lo encontró profundamente dormido.

—Vas a tener que dormirte más temprano —indicó la madre cuando lo volvió a despertar—. Ahora levántate y alístate, Román.

Al día siguiente era el cumpleaños del niño y, tan pronto como oyó que sus padres se levantaron, él también salió de la cama con un brinco. No le importaba que fuera tan temprano ni que hiciera frío. Se vistió tan rápido como pudo y después bajó corriendo las gradas.

—Vaya —dijo mamá—. ¡No esperaba verte levantado tan temprano!

—¡Hoy es un día especial, mamá! —aseguró Román, fijando sus ojos en una caja grande que estaba sobre la mesa.

—Ayer también fue un día especial —opinó su madre.

—¿En serio? —Román arrugó las cejas, confundido—. No era tu cumpleaños ni el de papá.

Mamá rio.

—No, pero los domingos son especiales. Dios ha apartado un día en la semana para que descansemos de nuestro trabajo y nos reunamos con otros creyentes en la iglesia. Es un regalo que tiene el propósito de ayudarnos a recordar que siempre podemos descansar en la paz y el amor de Jesús, porque Él nos salvó y siempre está con nosotros. Pero al igual que con todos los regalos, tienes que abrirlo.

Su padre asintió.

—Ese no es un regalo que viene en una caja. Solo puedes recibirlo si abres tu corazón a lo que Dios quiere enseñarte. A lo mejor aprenderás una lección en la iglesia sobre alguien en la Biblia que tenía un problema similar al que tú tienes, o quizá recibas una palabra de aliente de un maestro o pastor, o recuerdes que Dios te ama, mientras descansas y pasas tiempo con tu familia.

Román sonrió mientras su papá le entregaba su regalo.

—Creo que voy a recibir muchos más regalos después de este, ¿verdad?

LINDA WEDDLE

EL DOMINGO ES UN DÍA ESPECIAL

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 118:24

ESTE ES EL DÍA QUE EL SEÑOR HA HECHO; REGOCIJÉMONOS Y ALEGRÉMONOS EN ÉL.

¿Te cuesta levantarte de la cama por las mañanas y comenzar un nuevo día? Todos los días son regalos de Dios, pero cada semana Él nos da un día especial para descansar de la escuela y el trabajo, y reunirnos con Él junto con otros creyentes. Este día especial, que es el domingo para la mayoría de los cristianos, es un regalo que Dios quiere que disfrutes todas las semanas. ¡Abre tu regalo al levantarte y alistarte para ver qué cosas buenas tiene Dios para ti!

Clave de Hoy
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