Nieve de invierno

—¡Uf! Estoy harto de este clima frío. ¿Para qué sirve el invierno? —se quejó Josué mientras se ponía su pesado abrigo y sus botas para la nieve.

La madre del niño le entregó su almuerzo y le dijo:

—Podremos hablar más sobre eso en la noche, pero mientras caminas a la parada del autobús, pon atención a lo limpia que está la nueva nieve que acaba de caer.

Al caminar hacia la parada del autobús, Josué arrastró sus botas por la nieve, pensando en lo que su madre le acababa de decir. Cuando se subió al autobús, se lo contó a su mejor amigo, Marcos.

—¿Qué tiene que ver el que no te guste el invierno con la nieve limpia? —preguntó Marcos.

Josué se encogió de hombros.

—No lo sé, pero mamá dijo que hablaríamos más sobre eso en la noche.

Josué y Marcos no volvieron a pensar en eso el resto del día, hasta que la madre de Josué los recogió después de la escuela. Era viernes y Marcos iba a pasar la noche en casa de su amigo. El padre de Josué compró pizza para la cena, cuando venía de regreso del trabajo. Mientras comían, Josué comentó:

—Oye, mamá, Marcos y yo nos preguntamos a qué te referías en la mañana, cuando me dijiste que pusiera atención a lo limpia que se veía la nueva nieve que había caído.

—Bueno, antes me quejaba también por el invierno porque no soporto el frío —contestó su madre—. Pero una mañana de invierno, cuando estaba haciendo mi devocional, leí Isaías 1:18, que dice: «Aunque sus pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán» —mamá sonrió a los niños—. Esperen, no me malentiendan, ¡todavía no soporto el frío! Pero pensar en cómo Jesús me amó tanto que murió en la cruz por mis pecados y me dejó limpia, como la nieve recién caíd… bueno, eso cambió mi perspectiva. El invierno es frío, pero la nieve es hermosa.

Marcos mordió un bocado de su pizza.

—¿Quisieran hablarme un poco más sobre Jesús? —preguntó—. Mi mamá y mi papá no me llevan a la iglesia y realmente no sé mucho sobre Él.

Josué sonrió y escuchó cómo sus padres le contaban más a Marcos sobre Jesús. «El invierno no es mi estación favorita», pensó, «pero mamá tiene razón… la nieve es realmente hermosa».

LISA FULLER

JESÚS NOS HACE LIMPIOS

VERSÍCULO CLAVE: ISAÍAS 1:18 (NTV)

AUNQUE SUS PECADOS SEAN COMO LA ESCARLATA, YO [DIOS] LOS HARÉ TAN BLANCOS COMO LA NIEVE. AUNQUE SEAN ROJOS COMO EL CARMESÍ, YO LOS HARÉ TAN BLANCOS COMO LA LANA.

¿Es el invierno tu estación favorita? Puede que no lo sea, pero este año, si ves nieve, piensa en Jesús. La Biblia nos recuerda que Jesús lava nuestros pecados y nos hace puros, como nieve recién caída. ¡Qué hermosa imagen! Quedamos limpios y hermosos, no por nada que hayamos hecho, sino por lo que Jesús hizo por nosotros. ¿Lo conoces como tu Salvador? Si no, confía en Él hoy mismo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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