Un acto de desaparición
—¿Cuál es tu regalo favorito? —le preguntó Eva a su mejor amiga, Luciana. Era la primera vez que tenían la oportunidad de reunirse desde Navidad.
—Un juego para hacer brazaletes —contestó Luciana—. ¡Tiene cuentas, dijes y diferentes formas!
La niña levantó el brazo para mostrarle a Eva el brazalete que había hecho. Su amiga pasó el dedo sobre los dijes de sirena, unicornio y arcoíris, que colgaban del brazo de Luciana.
—¡Qué bonito! —dijo con admiración.
Luciana sonrió.
—¿Y el tuyo?
—Un tablero de artista que hace desaparecer las cosas —dijo Eva—. ¡Me encanta! Parece un pequeño pizarrón blanco en un caballete. Lo pintas con agua y un pincel, después lo que pintas primero se desvanece como en cinco minutos.
Luciana se veía confundida.
—¿Para qué quieres pintar algo que solo va a desaparecer?
—Ya tengo mucho papel, pinturas, marcadores, lápices de colores, todas esas cosas permanentes —explicó Eva—. También me gustan, pero es divertido tener que empezar de nuevo, en una página nueva, sin tener que arrugar papeles que me recuerdan mis errores. Ahora mis equivocaciones desaparecen por completo, ¡sin dejar rastro!
—Pero ¿qué pasa si te gusta lo que pintaste y luego ya no está? —preguntó Luciana.
Eva rio.
—Entonces lo hago nuevamente en el papel.
Luciana se quedó pensando un rato en eso y después sonrió.
—Oye, Eva, ¡tu regalo de Navidad me recuerda al regalo que Dios nos dio! Un versículo de la Biblia dice que todas las mañanas Jesús nos hace nuevos otra vez, ¡aunque mi mamá me dice que es más frecuente que eso! Al igual que tu tablero de arte, Jesús nos deja limpios al perdonarnos por cualquier cosa mala que hayamos pensado, dicho o hecho.
—¿Cualquier cosa? ¿Todas las cosas? —preguntó Eva.
Luciana asintió.
—Jesús nos perdona por todos nuestros pecados cuando confiamos en Él, y cuando confesamos las cosas malas que hacemos, el Señor nos da un nuevo día para volverlo a intentar. Ante los ojos de Dios, ¡nuestros errores han desaparecido!
—Yo sé de algo más que puede desaparecer.
—¿Qué cosa?
—¡Esas galletas de chispas de chocolate que están en el horno! —gritó Eva. Entonces Luciana y Eva hicieron su propio acto de desaparición, al desaparecer de la habitación y aparecer en la cocina.
BONNIE CARR
JESÚS BORRA NUESTROS ERRORES
VERSÍCULO CLAVE: LAMENTACIONES 3:22-23 (PDT)
EL FIEL AMOR DEL SEÑOR NUNCA TERMINA; SU COMPASIÓN NO TIENE FIN, CADA MAÑANA SE RENUEVAN. ¡INMENSA ES SU FIDELIDAD!
¿Quisieras poder borrar algunas de las palabras que has dicho o las cosas que has hecho? Todos hemos cometido errores y hemos dicho cosas malas. Por eso Jesús vino a la tierra y murió en la cruz, para tomar el castigo que nosotros merecemos por nuestras ofensas. Cuando confías en Jesús como tu Salvador, tus pecados son perdonados y Él te dará un nuevo comienzo cada vez que lo necesites. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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