La muestra
—Mamá, ¿puedo ir contigo a la tienda? —preguntó Isaac—. ¡Quiero estar seguro de que compres mi cereal favorito!
Su madre rio y aceptó. Cuando llegaron a la tienda, se encontraron con Carlos, uno de los compañeros de escuela de Isaac.
—Hola, Isaac, gracias por barrer la vereda de mi abuelita cuando no me sentía bien ayer —le dijo Carlos—. ¡Y gracias también por ayudarme con mi tarea de matemáticas! ¿Sabes cuánto saqué en mi examen de hoy? ¡Un 9!
—¡Qué bien! —expresó Isaac—. ¿Cómo te fue en tu partido de baloncesto?
—Mucho mejor —le contó Carlos—. Desde que me defendiste cuando fallé en esos tiros libres el otro día, los demás chicos no me han molestado más —el niño se volteó para seguir con su camino—. ¡Oh! Mi mamá me dice que sí puedo ir contigo al club de Biblia esta semana.
—¡Genial! —exclamó Isaac—. Creo que te gustará.
—Estoy seguro de que sí me va a gustar, si es tan bueno como dices —respondió Carlos mientras se alejaba—. Nos vemos.
—¡Guau! Estoy sorprendido —le comentó Isaac a su mamá mientras caminaban por otro pasillo—. Carlos no estaba interesado en ir al club de Biblia cuando le invité. Me preguntó qué le habrá hecho cambiar de opinión.
En ese momento, llegaron a un lugar donde una mujer estaba dando muestras de helado.
—¡Qué delicia! —Isaac se emocionó al probar un poco de la muestra que ella le compartió—. Compremos este helado, mamá.
—Se ve bueno —afirmó su madre—. Elige un sabor y estaremos listos para irnos.
—¿Cómo puede la tienda regalar tanto helado? —preguntó Isaac mientras decidía qué sabor elegir—. Mira a todos esos niños que vienen por las muestras gratis.
—Bueno, como lo acabas de demostrar, las muestras hacen que las personas quieran comprar el producto, así que la tienda venderá mucho helado hoy —explicó mamá mientras Isaac se decidía por el chocolate doble—. ¿Sabes? —agregó su madre al poner el cartón de helado en el carrito de compras—, esto me recuerda a ti. Tú has sido una muestra para Jesús.
—¿A qué te refieres? —preguntó Isaac.
—Carlos obviamente quedó impresionado por la forma en que lo has tratado —indicó mamá—. Le has dado una probadita de lo que significa conocer a Jesús, y ahora Carlos quiere saber más.
—Una probadita de la vida con Jesús —declaró Isaac—. ¡Eso es mejor que el helado!
GERI WALCOTT
SÉ UNA MUESTRA PARA JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: 1 TESALONICENSES 1:8 (NTV)
LA PALABRA DEL SEÑOR ESTÁ SIENDO ANUNCIADA, PARTIENDO DE USTEDES A GENTE DE TODAS PARTES… PUES ADONDEQUIERA QUE VAMOS, ENCONTRAMOS PERSONAS QUE NOS HABLAN DE LA FE QUE USTEDES TIENEN EN DIOS.
¿Eres una muestra para Jesús? ¿Tus palabras y acciones dan a los demás una probadita de cómo es Él? Cuando tratas a otros con el amor que el Señor te ha mostrado al ser cariñoso, ayudador, amable, eso puede hacer que ellos quieran conocer también a Jesús. Permite que los demás tengan una probadita de la dulzura de conocer a Jesús por la forma en que los tratas cada día.
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