Regalos diferentes

Cuando Marcelo y Natán llegaron a casa, después de la escuela, Marcelo se encerró en su habitación, pero su hermano gemelo se dirigió a la cocina.

—Saqué solo 100 en mi libreta de calificaciones —anunció Natán.

—¡Qué bien! —declaró su madre antes de darle un fuerte abrazo.  Entonces ella miró a su alrededor—.  ¿Dónde está Marcelo?

Natán se encogió de hombros, así que mamá fue y golpeó la puerta de la habitación de los gemelos.

—Hijo, ¿puedo entrar?

—Como quieras —se escuchó apenas por detrás de la puerta—.  Supongo que quieres ver mi libreta de calificaciones —sin mirar a su madre, Marcelo se la entregó.

Mamá tomó la cartilla y la miró.

—La mayoría son 80, solo un 70, ¡y hasta un 100! —expresó con entusiasmo—.  Te fue bien, hijo.  Sé que te esforzaste mucho por sacar esas calificaciones.

—Natán solo sacó 100 —contestó Marcelo—.  Yo ni siquiera puedo soñar con el cuadro de honor.

—No, pero entrar en el cuadro de honor no es lo más importante en la vida —la madre se sentó cerca de su hijo—.  Estoy orgullosa de Natán y de ti.  Son gemelos, pero son muy diferentes, y eso es bueno.  A Natán le encanta leer y estudiar.  Tú, por otro lado, eres…

—¡Menso! —balbuceó Marcelo.

—¡Por supuesto que no! —exclamó su madre—.  También eres inteligente —ella puso su mano en el hombro del niño—.  Cuando se dañó la bicicleta, ¿quién la arregló?

—Yo —dijo Marcelo, encogiéndose de hombros—.  Pero no era un problema muy grave.

—La última Navidad le dimos a Natán un juego de ajedrez y a ti te obsequiamos una caja de herramientas, ¿recuerdas?  ¿Te enojó que no les hayamos dado el mismo regalo?

—Claro que no —aseguró Marcelo—.  Ni siquiera queríamos las mismas cosas.

—No, por eso les dimos regalos diferentes.  Dios también da regalos y dones a Sus hijos.  Natán tiene talento para todo lo relacionado con la escuela, pero tú tienes habilidades que él no tiene.  No pienses que tus dones no son tan importantes solo porque no son iguales a los de Natán.  Dios los creó a cada uno tal como son, y Él los ama a ambos, independientemente de lo que hagan… y yo también los amo igual.  Dale gracias al Señor por los dones que Él te ha dado y úsalos para ayudar a otros.

Marcelo se quedó en silencio por un momento.

—Le dije a Pedro, el vecino, que cambiaría la rueda de su bicicleta —dijo al fin—.  ¿Puedo ir ahora?

Su madre asintió con una sonrisa.  —  BARBARA J. WESTBERG

SÉ TÚ MISMO

VERSÍCULO CLAVE: 1 PEDRO 4:10 (PDT)

CADA UNO DE USTEDES RECIBIÓ UN DON ESPIRITUAL QUE DEBE SER UTILIZADO PARA SERVIR A LOS DEMÁS. ASÍ SERÁN BUENOS ADMINISTRADORES DEL GENEROSO AMOR QUE DIOS LES HA DADO EN TANTAS FORMAS.

¿Comparas tus habilidades con las de otros?  ¿Quisieras ser un genio para matemáticas, una estrella del baloncesto o un cantante espectacular porque tienes un hermano o un amigo que tiene uno de esos talentos?  Recuerda que Dios no ha dado a todos los mismos dones.  Él nos dio habilidades distintas para que podamos compartir Su amor con otros a nuestra propia manera especial.  Entonces, da lo mejor de ti en todo lo que hagas, porque sabes que Jesús te ama tal como res.

Clave de Hoy
0 replies

Leave a Reply

Want to join the discussion?
Feel free to contribute!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *