Pisadas
—Levantémonos para ir al manantial hoy, Máximo —indicó el tío Roberto mientras se alistaban para una caminata muy temprano en la mañana. El niño estaba pasando esa semana con sus tíos, en su cabaña de madera en las montañas—. Últimamente he visto muchas huellas de animales ahí.
—¡Qué bien! ¡Quizá veamos unos venados! —exclamó Máximo al iniciar la caminata.
La lluvia que cayó durante la noche hizo que el sendero estuviera resbaladizo, y a Máximo le costaba caminar.
—Mis pies se resbalan a cada rato —aseguró.
—Trata de seguir mis pisadas —señaló el tío Roberto, así que el niño puso su pie en la enorme huella que su tío había dejado en el fango.
—¡Oye! ¡Esto funciona muy bien! —afirmó Máximo—. Ahora casi no me resbalo.
Cuando se acercaron al manantial, vieron una mamá venada con sus cervatillos, que bebían el agua.
—¡Qué genial! —expresó el niño después que los venados se fueron—. Creo que podría quedarme aquí para siempre —Máximo suspiró—. Pero supongo que tengo que regresar a mi casa, porque la escuela empieza la próxima semana.
—Creí que estabas emocionado por ir al quinto grado —comentó el tío Roberto.
—Sí lo estoy… más o menos. He oído que los niños más grandes pueden ser un poco crueles. Se creen tan mayores e importantes.
—Las nuevas situaciones pueden causarnos temor —acordó el tío Roberto—. Pero piensa en nuestra caminata por el sendero. Fue difícil para ti avanzar solo, pero cuando caminaste en mis pisadas, fue mucho más fácil, ¿no es así? Y tampoco tienes que avanzar por el año escolar tú solo.
—Bueno, sé que mis amigos estarán ahí —dijo Máximo—. Pero no sé si eso me ayudará mucho.
—Tal vez no, pero en uno de los Salmos, David le pide a Dios que le ayude a guardar sus pies para que no resbalen. Me gusta pensar que Dios caminaba delante de David, dejándole pisadas profundas para que él anduviera en ellas. Recuerda que Dios también estará contigo. Jesús prometió que te ayudará en cada situación. Él sabe lo que sucederá en el quinto grado.
—No sabía que tenían el quinto grado cuando Jesús estuvo en la tierra —bromeó Máximo, sonriendo. El tío Roberto rio.
—No, pero Jesús mostró Su amor a todos, incluso a quienes fueron crueles con Él, así que el Señor te ayudará a seguir en Sus pisadas —el tío Roberto sonrió—. Ahora regresemos para ver qué hizo tu tía Helga para el desayuno. — DEANA ROGERS
DIOS TE AYUDA EN LAS SITUACIONES DESCONOCIDAS
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 18:36
ENSANCHAS MIS PASOS DEBAJO DE MÍ, Y MIS PIES NO HAN RESBALADO.
¿Te preocupan las situaciones desconocidas que tienes que afrontar? ¿Irás a una nueva escuela este año? ¿O tendrás compañeros nuevos, diferentes a los que tenías antes? Dios no te deja afrontar las situaciones desconocidas por tu cuenta. Él está contigo y entiende lo que estás viviendo. Pídele sabiduría y valentía. Confía en que Dios guiará tus pasos mientras sigues a Jesús.
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