Espacio para crecer
“¡Adivina una cosa!”, dijo Isa cuando su mamá llegó a casa del trabajo. “La señora Bustamante se va a cambiar de casa y no quiere llevarse su pecera, así que me regaló tres peces óscar”.
“¿Los peces óscar no son grandes?”, preguntó la mamá.
“En un lago abierto, sí, pero si crecen en una pecera, se quedan pequeños”, explicó Isa. “La señora Bustamante dice que siempre crecen en proporción a su entorno”.
“Qué interesante”, exclamó mamá, acercándose a la pecera de Isa para dar un vistazo a sus nuevos habitantes. “De hecho, tus peces podrían ser un tema interesante para compartir en la próxima noche de pasatiempos del grupo de jóvenes. De cierto modo, nosotros también somos como esos peces”.
“¿En serio?” Isa frunció el ceño. “Mamá, con respecto al grupo de jóvenes… después de este año, los chicos de mi edad supuestamente debemos irnos al grupo de mayores, pero no queremos movernos. Queremos seguir en nuestro mismo grupo pequeño”.
“Te estás preocupando con demasiada anticipación, ¿no crees? Tu grupo será el mismo por algún tiempo más”. La madre miró al pez de Isa. “¿Qué hubiera pasado si la señora Bustamante hubiera dejado libres a los peces óscar en el lago, en vez de dártelos a ti, Isa? ¿Qué hubiera pasado?”
“Supongo que hubieran crecido más y serían mucho más grandes”, contestó Isa.
“Correcto”, señaló mamá. “Ahora, ¿crees que Dios querría que ustedes, chicos, sean pececitos chiquitos en una pecera diminuta, que nunca llegarán a crecer mucho? ¿O crees que Dios querría que se estiren y crezcan espiritualmente, como cristianos?”
“Supongo que él querría que crezcamos”, respondió Isa. Entonces pensó en su primo mayor, Cristian, que era misionero en otro país. “Cris probablemente tuvo que crecer mucho espiritualmente para estar listo para dejar a su familia y hablar a gente de otro país acerca de Jesús. ¡Apuesto a que él nunca pensó en dedicarse a eso cuando tenía mi edad!”
Mamá dijo que sí con su cabeza. “Él tuvo que aprender a depender de Jesús a seguir donde Él le guiara… incluso si fuera algún lugar que al principio no era tan cómodo”.
Isa suspiró. “Está bien, mamá. Tomaré una foto de mis peces y la usaré como ilustración para la noche de pasatiempos. Quizá los otros chicos estén de acuerdo en que será bueno que avancemos al grupo de jóvenes, para que podamos estirarnos y crecer”.– HEATHER M. TEKAVEC
ANDA DONDE PUEDAS CRECER ESPIRITUALMENTE
VERSÍCULO CLAVE: JEREMÍAS 17:7
BENDITO ES EL HOMBRE QUE CONFÍA EN EL SEÑOR, CUYA CONFIANZA ES EL SEÑOR.
¿Tienes un lugar en el que puedas crecer espiritualmente? ¿Tienes amigos cristianos que te ayudan? Ir a la iglesia, aprender sobre la Biblia con otros, participar en proyectos de servicio que muestran a las personas el amor de Jesús, todas estas cosas te ayudarán a crecer como cristiano. Puede que al principio te dé miedo, pero aprovecha las nuevas oportunidades que te ayudan a aprender más sobre Jesús y a compartir de Él con los demás.
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