La novia (Parte 2)

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Graciela no pudo ocultar su asombro cuando su hermana mayor entró en la habitación.  “¡Oh, Ana!  ¡Tu vestido de novia es tan hermoso!  ¡Te ves como una princesa!”

Ana rio.  “Gracias, pero esperaba verme como una novia”.

Graciela soltó una risita.  “Pruébate también el velo.  Quiero ver cómo te queda”.  Cuando Ana se puso el velo en su cabello oscuro, su hermanita menor suspiró con melancolía.  “Me encantaría ponerme un vestido como este y caminar hacia al altar”.

“¡A ver, Graciela!  Solo tienes once años.  Todavía faltan muchos años para que tengas la edad para casarte”.

La niña apoyó su quijada en sus manos.  “¡Con estos frenos y pecas, ningún muchacho en su sano juicio me regresaría a ver!”

“Cuando tengas edad para casarte, ya no tendrás los frenos”, aseguró Ana.  “Y lo de las pecas… yo también las tengo, como sabes, y a Josué le gustan.  ¡Si un hombre te ama de verdad, no le importará si tienes pecas o frenos o verrugas en tu nariz!”

Graciela rio.  “Bueno, al menos no tengo verrugas”.  La niña frunció el ceño.  “Ana, ¿cómo sabes que de verdad amas a Josué?”

“Bueno… amar a alguien no es solamente tener sentimientos intensos por una persona”, respondió Ana.  “El amor incluye respeto, amistad y compromiso.  Cuando un hombre y una mujer en verdad se aman, quieren lo mejor para el otro y se comprometen mutuamente para toda la vida”.  Ana le dio un abrazo a su hermana.  “No te cases, Graciela, a menos que estés segura de que has encontrado al hombre con el que deseas vivir por el resto de tu vida”.

Graciela asintió.  “Me pregunto si algún día encontraré a alguien que me ame así”.

“Alguien ya te ama así”, aseguró Ana.  “¡Jesús!  Él entregó Su vida para que puedas pasar la eternidad con Él.  Dios creó el matrimonio como una imagen de Su amor por nosotros, de un amor que es para siempre.  Aun si llegaras a casarte, nadie jamás podría amarte tanto como Dios te ama.  Por eso puedes confiar en que Él hará lo que sea mejor para ti.  A lo mejor Él traerá un hombre especial a tu vida algún día y les dará un amor profundo el uno por el otro.  O quizá Él querrá que te quedes soltera.  De cualquier manera, recuerda que Jesús te ama y promete cuidar de ti cada día de tu vida”.  —  BRENDA DECKER

EL MATRIMONIO ES PARA TODA LA VIDA

VERSÍCULO CLAVE: MATEO 19:6

ASÍ QUE YA NO SON DOS, SINO UNA SOLA CARNE. POR TANTO, LO QUE DIOS HA UNIDO, NINGÚN HOMBRE LO SEPARE.

¿Te preguntas si te casarás algún día?  Dios diseñó el matrimonio para que dure todo el tiempo que la pareja viva, así que confía en que Él te guiará para tomar una decisión sabia cuando seas mayor.  Pero ya sea que te cases o no, Jesús siempre estará contigo y cuidará de ti.  Su amor por ti es para siempre.