Cuando caen relámpagos
¡PUM! Un trueno sacudió la casa y empezó a llover a cántaros. “Ese sonó demasiado cerca”, opinó Camina con una voz temblorosa. “Odio las tormentas”.
“Lo sé”, afirmó su abuela. “Cuando tenía tu edad, me escondía debajo de las cobijas. Me sentía más segura si no tenía que ver los relámpagos”.
“¿Por qué no puede solo llover sin todos esos truenos y rayos?”, preguntó la niña.
“Bueno”, contestó la abuela, “¿sabías que cuando un relámpago golpea el piso libera nutrientes en la tierra para que las plantas puedan aprovecharlos?”
“¿En serio?”, preguntó Camila.
La anciana dijo que sí con la cabeza. “Eso significa que los relámpagos tienen un papel importante para ayudar a las plantas a crecer”. Ella sonrió. “¿No te parece grandioso que Dios toma incluso las cosas que nos parecen malas y las usa para buenos propósitos?”
Camila miró a su abuela. “Sí, claro, pero las tormentas también pueden hacer daño. Espero que no quieras que me gusten”.
La anciana rio. “No, no tienen que gustarnos”, aseguró a su nieta, “pero podemos estar agradecidas porque traen algo bueno”. La abuela dio un brinco del susto cuando un rayo brilló seguido del fuerte rugido de un trueno. “Las tormentas de la vida pueden ser así, es decir, las cosas difíciles que nos pasan. Cuando nos golpean los problemas, podemos confiar en que Dios nos ayudará a crecer mientras pasa la tormenta”.
“¿También recibimos así los nutrientes?”, preguntó Camila.
“De cierto modo, sí. Los tiempos difíciles con frecuencia nos ayudan a ver que necesitamos depender de Jesús como nuestra ayuda y nuestra fuerza”, explicó la anciana. “Crecemos espiritualmente cuando aprendemos a confiar en Dios y nos apoyamos en Él”.
“Eso sí me parece algo bueno”, señaló Camila. “Pero no es nada fácil cuando estamos en medio de la tormenta, ¿verdad?”
“Oh, pero sí ayuda”, comentó su abuela. “Es más fácil cuando sabemos que Jesús está con nosotras. Nos ayuda a recordar que Él no solo nos ayudará a salir de la tormenta, sino que, además, usará de algún modo nuestra experiencia difícil para ayudarnos a crecer para que seamos más como Él”.
Camila suspiró. “Está bien”, admitió, “pero no tienen que gustarme esas tormentas tampoco, ¿o sí?”
La abuela sonrió. “No. Solo recuerda que Jesús te ayudará en la tormenta y promete que usará para tu bien todo lo que afrontes”. — CHRISTINE KELLER
CONFÍA EN JESÚS CUANDO PASES POR UNA TORMENTA
VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 5:3-4
TAMBIÉN NOS GLORIAMOS EN LAS TRIBULACIONES, SABIENDO QUE LA TRIBULACIÓN PRODUCE PACIENCIA; Y LA PACIENCIA, CARÁCTER PROBADO; Y EL CARÁCTER PROBADO, ESPERANZA.
¿Estás pasando por un tiempo difícil en este momento? ¿Estás en medio de una tormenta? Quizá tú o alguien que amas está luchando con una enfermedad o sientes que has perdido a todos tus amigos. Si conoces a Jesús, nunca estarás solo, sea cual sea la tormenta que se cruce en tu camino. Él está ahí contigo. Habla con Jesús sobre tus problemas y confía en que Él sacará algo bueno de cada situación.
Leave a Reply
Want to join the discussion?Feel free to contribute!