Un amigo fiel
“¿Quiénes venir a mi casa el sábado, Ramona?”, preguntó Nora, mirando con esperanza a su amiga con quien salía del edificio de su escuela.
“¡No puedo! Voy a la casa de Fiona con algunas de las porristas”. Ramona sonrió rápidamente a Nora y se fue con apuro.
Nora sintió un nudo familiar en su estómago y las lágrimas asomaron en sus párpados. “Desde que Ramona se hizo porrista, ya no ha tenido tiempo para mí”, pensó. Se puso la mochila al hombro y caminó pesadamente hacia su casa en medio de la ligera y fría lluvia que caía.
Un automóvil bajó la velocidad junto a Nora y esta se detuvo. Levantó la mirada y vio que su madre bajaba la ventana. “Hola, hijita. ¿Quieres que te lleve a casa?” La niña brincó al vehículo, lanzó su mochila al asiento de atrás y cerró la puerta con un fuerte golpe. “Te ves como si hubieras perdido a tu mejor amiga”.
“Eso es lo que siento. Desde que Ramona se hizo porrista, a duras penas me habla. Pasa todo su tiempo con las otras porristas y nunca me piden que las acompañe en el recreo ni nada”. A Nora le costaba contener las lágrimas. “Siento que ya no me queda ni un solo amigo en todo el mundo”.
“Oh, hija”, expresó mamá, “tienes muchos amigos más en la escuela”.
“Tal vez”, contestó Nora, “pero perdí a mi amistad más cercana”.
“De hecho”, aseguró la madre, “tu amistad más cercana está justo aquí, contigo, en el automóvil”.
“¿Qué?” Sorprendida, la niña regresó a ver al asiento trasero y luego a su mamá. “Oh, te refieres a ti misma”, señaló. “Gracias, mamá. Eres genial, pero todavía extraño a Ramona”.
Su madre rio. “En realidad, ¡me refería a Jesús! Él siempre se queda contigo, aun si tus demás amistades te abandonan. Sé que te duele que Ramona te trate así, pero cuando te sientas sola, recuerda que puedes depender de Jesús, ¿bueno?”
“Lo voy a intentar”, indicó Nora, “pero es difícil”.
“Lo sé”, aseguró mamá, “pero Él es tu amigo más fiel. Jesús te ama muchísimo, ¡tanto como para morir en una cruz, de modo que pudieras tener vida eterna con Él! Jesús no cambia con el paso del tiempo y Su amor por ti siempre será igual. Él nunca te dejará”. — SUSAN ZIMMERMAN
JESÚS ES TU MEJOR AMIGO
VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 13:5 (NTV)
DIOS HA DICHO: «NUNCA TE FALLARÉ. JAMÁS TE ABANDONARÉ».
¿Tienes amigos fieles? Ellos te proveen compañía y diversión, ¿verdad? Pero no siempre pueden estar contigo… y puede que a veces se porten mal. Jesús es un amigo en el que siempre puedes confiar. Puedes hablar con Él en oración cuando quieras, para contarle cómo te sientes o pedirle sabiduría y dirección. Él te ama y siempre estará ahí por ti.
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