La temporada correcta
“Sé que Samara es mayor que yo, pero ella y sus amigas pudieron haberme invitado a acampar con ellas”, dijo Lena entre dientes, mientras pateaba un zapato al otro lado de su habitación. La niña fue a buscar a su madre. “¡Soy demasiado chica para hacer las cosas divertidas!”, se quejó. “Soy demasiado chica para Roberto a acampar. Soy demasiado pequeña para montar mi bicicleta en la calla. Nunca tengo la edad suficiente para hacer lo que hace Samara. ¡No es justo!”
“Ya podrás hacer esas cosas en poco tiempo, hija”, le aseguró su mamá. “No trates de apresurarte en la vida. Eso solo te hará infeliz”.
“Pero, mamá…”, empezó Lena. Se detuvo cuando su madre levantó en su mano un pedazo grande de tela.
“Me encanta coser”, comentó mamá, señalando el material. “Cuando eras una bebé, solía guardar estos retazos para luego armar una colcha. Sacaba las tijeras y trataba de cortar cuadrados, pero era interrumpida con tanta frecuencia que no lograba avanzar mucho. En ese tiempo, los gemelos tenían unos dos años y tu hermana tenía cinco. Siempre parecía que necesitabas comer o los niños querían tomar agua o tu hermana necesitaba atención. Era la temporada incorrecta para coser en mi vida, así que dejé a un lado los retazos”.
“Pero ahora sí estás cosiendo”, señaló Lena.
“Sí, estoy trabajando en una colcha. Es el momento oportuno para hacerlo”.
“¿Porque nosotros ya no necesitamos tanta atención?”
Su madre asintió. “Dios nos da temporadas en la vida, así como las estaciones en el año. Los cultivos no crecerán si los plantamos en la estación equivocada y nosotros no creceremos como deberíamos, si tratamos de vivir en la temporada equivocada. Espera con paciencia la temporada correcta para hacer lo mismo que Samara. Disfruta la temporada de la vida en la que Dios te tiene por ahora y confía en que Él la usará para ayudarte a crecer”.
Lena suspiró. “Está bien, pero debe ser que esta es la temporada correcta para hacer algo”.
“Sí, lo es”, afirmó mamá. “¿Sabes qué creo que ya tienes la edad perfecta para hacer?”
“¿Qué?”, preguntó Lena.
“Creo que tienes la edad perfecta para ayudarme a hacer galletas”, comentó su madre, poniendo a un lado los materiales para su colcha.
Lena sonrió y ambas se dirigieron a la cocina. — KAREN E. COGAN
DISFRUTA CADA UNA DE LAS TEMPORADAS DE LA VIDA
VERSÍCULO CLAVE: ECLESIASTÉS 3:1
HAY UN TIEMPO SEÑALADO PARA TODO, Y HAY UN TIEMPO PARA CADA SUCESO BAJO EL CIELO.
¿Estás disfrutando la época de tu vida en la que te encuentras? Recuerda que Dios te llevará por varias temporadas en tu vida y usará cada una para enseñarte cosas nuevas y ayudarte a crecer. En vez de tratar de adelantarte, busca lo que Dios quiere que aprendas y hagas por ahora. Dale gracias al Señor por todas las temporadas de la vida y confía en que Él te llevará a través de cada una de ellas.
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