El tazón de las frutas
“¡Ya llegamos!”, gritaron Gina, Elena y Alejandra, al entrar en la casa. Gina miró a su alrededor. “Mmm… supongo que mamá está en el jardín”.
“Seguramente entrará después”, aseguró Alejandra. “Comamos algo. ¡Me muero del hambre!”
Las niñas buscaron en la cocina y encontraron un tazón de frutas en medio de la mesa. Cada una tomó una fruta diferente justo en el momento en que entró la madre.
“Hola, niñas”, saludó mamá. “¿Cómo les fue hoy en la escuela?”
“Bien”, contestó Elena. “Tuvimos una niña nueva llamada Briana en nuestra clase”.
“Oh, ¡yo la vi en el recreo!”, exclamó Gina. “No dejaba que nadie más jugara en los columpios”.
“Sí, y también le escuché decir que es cristiana”, comentó Elena. Alejandra rio. “Hablando de cristianas, ¿recuerdan a Eloísa?”
“¿La que acaba de confiar en Jesús como su Salvador el domingo pasado?”, preguntó Gina.
“Sí”, respondió Alejandra. “¡Hoy la encontraron haciendo trampa en un examen!”
“¡Niñas!”, interrumpió mamá. “No aprecio la forma en que están hablando de otras personas”.
Las niñas se encogieron de hombros y tomaron una mordida de su fruta. En coro dijeron: “¡Guácala! ¡Qué asco! ¡Este durazno está podrido!”.
La madre inspeccionó el tazón de las frutas. “Hay moho en toda esta fruta. ¿Se fijan?” Ella señaló un puntito blanco en una ciruela. “Crece cuando la fruta se daña o está sin moverse por mucho tiempo. Al parecer, el moho alcanzó todas las frutas, así que tenemos que tirarlas”.
Las niñas asintieron porque estaban de acuerdo y mamá vació el tazón de las frutas.
“¿Saben, niñas?”, indicó la madre, volviéndose para mirar a las trillizas. “El moho me recuerda cómo funciona el pecado. El pecado nos tienta a todos de diversas maneras, a Briana con el egoísmo, a Eloísa con hacer trampa y a ustedes tres con el chisme”. Las niñas se miraron unas a otras, avergonzadas. “Pero la buena noticia es que, así como botamos la fruta con moho, Jesús limpia nuestro pecado. Pidámosle perdón ahora mismo y oremos para que Él nos ayude a ser más considerados antes de juzgar a otros”.
Las niñas asintieron y todas inclinaron sus cabezas. — GABRIELLA HSU
LOS CRISTIANOS LUCHAN DE FORMAS DIFERENTES CON EL PECADO
VERSÍCULO CLAVE: MATEO 6:13
Y NO NOS METAS (NO NOS DEJES CAER) EN TENTACIÓN, SINO LÍBRANOS DEL MAL (DEL MALIGNO).
¿Qué pecados son más difíciles de resistir para ti? Diferentes personas luchan con diferentes pecados, pero todos luchamos con la tentación. En lugar de juzgar a los demás, debemos recordar que nosotros también tenemos defectos y animar y ayudarnos unos a otros cuando seamos tentados. No importa cuáles sean los pecados con los que luchamos, Jesús siempre nos perdonará y nos ayudará a resistir la tentación.
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