Asombroso
“¡Guau, mira ese viento!”, dijo Jacob mientras observaba cómo su cometa se elevaba en el aire. “¡Es perfecto para un día de volar cometas!”
“Sí”, contestó su amigo, Alberto, sosteniendo con fuerza la cuerda de su cometa. “¡A duras penas puedo retener la mía!”
Cuando los niños finalmente decidieron que tenían hambre del almuerzo, recogieron sus cometas y se prepararon para regresar. “Me divertí mucho, ¡me encantan los días de viento!”, indicó Alberto. “Me pregunto qué es lo que causa el viento”.
“No lo sé exactamente”, afirmó Jacob. “Lo busqué en Internet y también le pregunté a mi hermano que ya está en la universidad y estudia ciencias. Tiene algo que ver con la presión de las células del aire y la colisión de las masas de aire, ese tipo de cosas. Es bastante asombroso”, indicó, sonriendo a su amigo.
Alberto rio. “Gracias, Einstein. Todavía no lo entiendo, pero supuse que tú sí, ya que te gusta tanto la ciencia”.
Jacob negó con la cabeza. “No lo entiendo tan bien. Todavía no comprendo por qué algunos días no se mueve el aire suficiente como para causar ondas en el lago, mientras que otros días, como hoy, las olas probablemente miden tres metros”
“Anoche mi papá me leyó algo sobre el viento”, le contó Alberto. “Era sobre cómo Jesús calmó el viento en una tormenta”.
“¿Esa es una historia de la Biblia o algo así?”, preguntó Jacob.
“Sí”, contestó Alberto. “Jesús y Sus discípulos estaban en una barca cuando les sorprendió una tormenta y los discípulos estaban aterrorizados. Luego Jesús le dijo al viento que se calmara y todo se tranquilizó. Mi papá dice que esa historia muestra el poder y el amor de Dios. Él creó todo, así que no solo entiende el viento, sino que lo controla. Y Jesús hizo que se detuviera cuando los discípulos tenían miedo, porque cuidaba de ellos. Y también cuida de nosotros”.
“Guau”, exclamó Jacob. “Mi abuela va a la iglesia y a veces habla de Jesús, ¡pero no sabía que Él puede controlar el viento!”
“Sí puede”, aseguró Alberto. “Él controla todo y siempre podemos confiar en Él. Pregúntale a tu mamá si puedes venir a almorzar a mi casa, y te contaré más sobre”. — ELENE E. PHILLIPS
EL PODER DE DIOS ES ASOMBROSO
VERSÍCULO CLAVE: MARCOS 4:41
AUN EL VIENTO Y EL MAR LE OBEDECEN.
¿Te sorprenden las cosas que ves en la naturaleza? ¿Te preguntas qué causa cosas como el viento, la lluvia, la nieve, los terremotos o los huracanes? Puede ser difícil entender todas las razones científicas por las que ocurren, pero tienes que saber que Dios tiene control de todas estas cosas. Lo más importante es que sepas que Él te ama y cuida de ti. ¡Eso es realmente asombroso!
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