Muy poco para dar
Alex se encogió en su silla de ruedas mientras su pastor hablaba sobre las futuras oportunidades de ministerio. Era difícil no ser visto, puesto que su silla de ruedas estaba en el pasillo. El niño quería servir, pero ¿cómo podría Dios usarlo?
Cuando su amigo Eduardo le dio un codazo, se dio cuenta de que no había puesto atención a lo que el pastor estaba diciendo. Su amigo sonrió. “¡Eso es algo que tú podrías hacer! Eres muy bueno para los juegos de mesa”.
Alex se sintió avergonzado. No había escuchado lo que dijo el pastor. Después de la iglesia, le preguntó a Eduardo sobre el anuncio.
“Necesitan voluntarios para servir en el asilo de ancianos para una noche de juegos”, le contó Eduardo. “Están buscando personas que lleven juegos de mesa y jueguen con los viejitos. Tú tienes muchos juegos y eres muy bueno jugando”.
Alex pensó en eso toda la tarde. Esa noche, en el devocional familiar, su papá habló. “Alex, ¿oíste el anuncio sobre la noche de juegos en el asilo de ancianos?”
Alex sonrió tímidamente. “Para ser sincero, no lo oí, pero Eduardo me contó lo que dijo el pastor. Nunca había pensado que podía hacer mucho para servir porque estoy en una silla de ruedas, pero eso parece que es algo que sí podría hacer”.
Su padre tomó la Biblia. “Dios puede usar cualquier cosa que hagamos para Él, aun si parece pequeña. Esto me recuerda a una historia en la Biblia donde Jesús utiliza el pequeño refrigerio para alimentar a cinco mil personas. Ese niño no tenía mucho para dar, pero entregó lo que tenía. Jesús hizo el resto”.
Mamá también habló. “Piensa un poco, Alex. Las personas en el asilo de ancianos han tenido que renunciar a lo que aman y aprender a permitir que otros los cuiden. Viven con dolor y debilidad día tras día. Tú entiendes cómo se siente, más que la mayoría de los chicos de tu edad. A lo mejor Dios quiere utilizarte de una forma especial para ayudar a las personas en el asilo de ancianos. ¿Por qué no oras por eso?”
Alex asintió. “Está bien”, expresó. “¡Oraré!” – MYRICAL BARTON
ENTRÉGALE A JESÚS LO QUE TIENES
VERSÍCULO CLAVE: 1 PEDRO 4:11
EL QUE SIRVE, QUE LO HAGA POR LA FORTALEZA QUE DIOS DA, PARA QUE EN TODO DIOS SEA GLORIFICADO MEDIANTE JESUCRISTO.
¿Sientes que no eres capaz de servir a Dios? ¿Crees que Él no podría usarte a causa de los desafíos que afrontas en tu vida? Jesús conoce tus luchas y te ayudará para que lo sirvas a tu manera muy particular. Pídele que te muestre lo que Él quiere que hagas. Entrégale lo que puedas, aun si parece pequeño, y confía en que Él lo utilizará para Su gloria.
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