Enganchado

NOTA: ESTA HISTORIA PODRÍA SER INAPROPIADA PARA LOS NIÑOS MÁS PEQUEÑOS.

 

Pedro estaba navegando por en Internet con su tableta cuando se oyó un grito en el ambiente… y luego otro.  El niño se puso de pie de un brinco y corrió al estanque detrás de su casa, donde sus dos hermanos menores estaban pescando.  Un anzuelo de pescar se quedó atrapado en la nuca de Leví.

“¡Estoy enganchado!”, gritó Leví cuando vio a su hermano mayor.  “¡Josías me lanzó el anzuelo!”  Las lágrimas caían por las mejillas de Leví.  “Sácame este anzuelo, Pepe”.

“¡No fue mi intención engancharte!”, lloró Josías.  “¡Lo siento!”

Pepe miró a su alrededor, sumido en el pánico.  “¡Voy a llamar a papá!”

Cuando su padre vio lo que había pasado, examinó el cuello de Leví.  Después de quitar cuidadosamente el anzuelo, llevó a Leví adentro de la casa y vendó la herida.  “Vas a estar bien”, aseguró.  “La herida no era profunda”.

Pepe despeinó el cabello de su hermano.  “Alégrate de que Josías no apuntó ese anzuelo más alto para enganchar tu cerebro”.  Leví se dio la vuelta y miró enojado a Josías.

Después que los niños más pequeños volvieron a salir, papá y Pepe fueron a la sala.  “Me alegra que la herida de Leví no sea tan grave”, comentó Pepe mientras tomaba su tableta.

“A mí también”, indicó su padre.  “Es importante tener cuidado con las cosas que te pueden enganchar, y no me refiero solamente a los instrumentos para pescar”.  Papá hizo un gesto, señalando la tableta de Pepe.  “Aquí también hay cosas que pueden engancharte, y pueden hacer mucho más daño que un anzuelo de pesca”.

“¿A qué te refieres?”, preguntó Pedro.

“Algunas páginas en Internet tienen fotografías y otras cosas que hacen que las personas tengan pensamientos impuros”, explicó el padre.  “Le dijiste a Leví que se alegrara porque Josías no enganchó su cerebro.  No existía ese tipo de peligro con el anzuelo, pero sí hay cosas en Internet que pueden hacerlo.  Influyen en los pensamientos y acciones de las personas y se quedan enganchados tan firmemente en sus mentes que no los pueden olvidar”.

“Entonces, ¿cómo evitamos quedar enganchados?”, preguntó Pedro.

“Debemos recordar que le pertenecemos a Jesús y que Él nos hizo libres del pecado.  Podemos resistir la tentación de ver cosas pecaminosas que pueden enganchar nuestras mentes.  Y aun si quedamos enganchados en algo malo, podemos acudir a Jesús y confesar nuestro pecado.  Él nos perdonará y nos zafará el anzuelo”.  – BARBARA J. WESTBERG

NO TE ENGANCHES EN LO MALO

VERSÍCULO CLAVE: 1 TESALONICENSES 5:22 (PDT)

MANTÉNGANSE ALEJADOS DE TODO LO MALO.

¿Usas una computadora o tableta para navegar en Internet?  La red es un maravilloso recurso, pero también puede ser muy peligroso.  Muchas cosas en Internet pueden enganchar tu mente y hacerte daño.  Si accidentalmente ves algo que sabes que no deberías mirar, apágalo de inmediato.  Recuerda que le perteneces a Jesús y Él murió para hacerte libre de todo lo malo.  ¡No quedes enganchado!

Clave de Hoy
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