¡Estemos preparados!
Amy recogió los pañuelitos y los viejos dibujos del piso, y los arrojó en el tacho de basura. Mientras hacía la cama, su hermanita Cindy entró corriendo en la habitación, seguido por el papá de Amy.
“¡Abuelita va a venir!”, gritó Cindy. Ella ya les había contado a todos sus amiguitos y maestros en el preescolar, pero todavía quería contar a alguien más las buenas noticias.
“Lo sé, Cindy”, respondió Amy, mientras recogía un juguete y lo ponía en su repisa. “Es por eso que estoy limpiando mi habitación”.
Cindy se puso a saltar en la cama, arrugando las cobijas recién arregladas. “¡Cindy!”, exclamó Amy con un gesto de enojo, al ver cómo su duro trabajo quedaba destruido. “¿Por qué no te vas a ver televisión?”
A la pequeñita le brillaron los ojos: “No puedo. ¡Tengo que estar lista para la llegada de la abuela!” “¿Saltando en la cama que acabo de arreglar?”, preguntó Amy con un suspiro.
Papá sonrió y levantó a Cindy de la cama. “Eso me recuerda a Alguien que también está por venir”.
“¿Alguien más va a venir?”, preguntó Amy. “¿Quién?”
“¡Jesús!”, respondió papá. “Deberíamos estar tan emocionados por su venida, así como con la abuelita. Y del mismo modo que con la abuelita, también debemos preparados para Su regreso. Como dijo Cindy, ¡no podemos permanecer sentados mirando la televisión cuando está por llegar una visita!”
“Papá, ¿cómo nos preparamos para la venida de Jesús?”, preguntó Amy.
“Primero debemos preparar nuestros corazones”, contestó el papá. “Nos preparamos al confiar en Jesús y pedirle que perdone nuestros pecados. Luego tenemos que hacer lo mismo que Cindy. Debemos contar a las demás personas sobre Él y decirles que Él vendrá otra vez, para que también puedan preparar sus corazones”.
Amy se puso de pie y observó su habitación. “Estoy lista para recibir a la abuela, pero sé que algunas de mis amigas en la escuela no están listas para recibir a Jesús. ¡Las invitaré al Club Bíblico para que puedan aprender sobre Jesús y también estén preparadas!”
“Buena idea”, señaló papá. “Él es el único que puede dejar nuestros corazones tan limpios como tu habitación”.
Amy sonrió y tomó la mano de Cindy. “¡Vamos, Cindy! ¡Esperemos a la abuela en la puerta! – JESSICA KLEEBERGER
PREPÁRATE PARA LA VENIDA DE JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: MATEO 24:42
POR TANTO, VELEN (ESTÉN ALERTA), PORQUE NO SABEN EN QUÉ DÍA VIENE SU SEÑOR.
¿Qué haces cuando un amigo o miembro de la familia viene de visita? ¿Limpias tu habitación? ¿Planificas cosas divertidas que pueden hacer juntos? Es emocionante cuando alguien viene a visitarnos, ¡y cuando Jesús venga otra vez, será mucho más emocionante! ¿Estás preparado para Él? Asegúrate de que tu corazón esté listo al confiar en Él para que limpie tu corazón. (¿Has escuchado las Buenas Nuevas? Si no, haz clic aquí). ¡Luego cuenta a los demás esas buenas nuevas de lo que Jesús ha hecho por ti!
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