Uno para todos y todos para uno
El tío de Mario, que criaba perros de trineo, había puesto los arreos a su equipo y estaban listos para la acción.
—A ver, Mario, ¿cuál perro crees que es el más importante para llevar este trineo a la línea de llegada? —preguntó el tío Sergio.
—El que va primero —contestó el niño.
El tío Sergio sonrió.
—Ese se llama Silver. Es el perro líder. Ahora, ¿cuál crees que es el menos necesario?
—Bueno, supongo que el que está más atrás. Probablemente ni siquiera pueda ver a dónde va.
Sin decir una palabra, el tío Sergio quitó el arnés del último perro.
—Ahora, ¿cuál es el menos necesario?
Cuando Mario apuntó a uno de los perros más pequeños, el tío Sergio le quitó su arnés a ese e hizo la pregunta otra vez.
—No vas a soltarlos a todos, ¿o sí? —preguntó el sobrino mientras apuntaba a otro perro.
El tío Sergio sonrió mientras iba a quitarle el arnés a aquel.
—No te preocupes, porque sin duda dejaré al perro líder. Ya dijiste que Silver era importante. Ahora, ¿cuál sigue?
—¡Pero Silver necesita de los otros perros para que ayuden a halar el trineo! —protestó Mario—. No puede hacerlo solo. Puede que los otros perros no sean tan importantes como el líder, pero él necesita su ayuda.
—Sí, es verdad —afirmó el tío Sergio—. Pero si los otros son necesarios, ¿eso no los hace tan importantes como el perro líder?
—Eh… supongo que sí —respondió Mario, pensativo—. Me parecía que el primero sería más importante que los demás, pero supongo que no es así en realidad.
—Él parecía más importante porque está en una posición más prominente —explicó el tío Sergio—. Pero siempre recuerda que el miembro más pequeño o el que menos notamos en un equipo es tan importante como el que recibe toda la atención. Todos trabajan juntos —el tío empezó a poner los arreos nuevamente en los perros—. Las personas también son así. A veces creemos que los líderes son los únicos que son necesarios, pero eso no es verdad.
—El sermón de la semana pasada en nuestra iglesia fue sobre eso —le contó Mario—. El pastor Dionisio dijo que la iglesia de Dios es como un cuerpo y cada parte es necesaria.
—Eso es correcto —aseguró el tío Sergio—. Ante los ojos de Dios, lo que hagas para Él es tan importante como lo que haga cualquier otra persona. Todos debemos trabajar juntos como equipo para demostrarle al mundo lo bueno que es conocer a Jesús.
DEBORAH S. MARETT
TU ROL ES IMPORTANTE
VERSÍCULO CLAVE: 1 CORINTIOS 12:22
LOS MIEMBROS DEL CUERPO QUE PARECEN SER LOS MÁS DÉBILES, SON LOS MÁS NECESARIOS.
¿Alguna vez has sentido que lo que haces no es tan importante como lo que hacen otras personas? Aun si las cosas que te piden que hagas no son las que la gente nota, Dios sí las nota. Él te dio los dones y talentos que tienes para que puedas servirlo donde Él quiere que estés. Confía en que el Señor te ayudará a hacer tu parte, porque sabes que tu rol es tan importante como el de cualquier otra persona.
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