Una conversación entre amigos
—¿De qué hablaron hoy en la clase de la escuela dominical? —preguntó el papá de Siena mientras la familia regresaba a la casa, después de la iglesia.
—Aprendimos que Jesús se tomó tiempo en su día lleno de ocupaciones para orar —respondió Siena.
—Sí, así es, y sería bueno que todos nosotros también lo hiciéramos —opinó su padre.
—Sí, lo sé —contestó Siena con un suspiro—. Es solo que estoy tan ocupada estos días. Tengo el baloncesto, la gimnasia y el club de Biblia, y también tengo muchas más tareas este año. No me queda mucho tiempo para orar.
Su madre le sonrió.
—Hija, ¿qué es lo primero que haces cuando llegas a la casa, después de la escuela?
La niña se quedó pensando.
—Llamo a Mariana —respondió—. A menos que ella me llame primero.
—¿Y por qué llamas a Mariana? —le preguntó mamá.
—Porque es mi amiga —afirmó Siena.
—Si estás tan ocupada, ¿cómo encuentras tiempo para conversar con ella todos los días? —inquirió su madre.
Siena se encogió de hombros.
—No sé… solo encuentro el tiempo. Aparto ese tiempo. Me gusta hablar con ella; es mi amiga.
—Bueno, Jesús también es nuestro amigo —declaró papá—. Él quiere ser nuestro mejor amigo. Deberíamos pasar tiempo hablando con Jesús porque lo amamos, así como pasas tiempo hablando con Mariana porque la quieres.
—Pero nunca sé qué decir cuando oro —admitió Siena—. Me parece que a Dios no le interesaría ninguna de las cosas de las que me gusta hablar.
—Oh, pero sí le interesan —aseguró su padre—. Jesús murió y resucitó para que podamos tener una relación con Él y al Señor le importan todos nuestros pensamientos y sentimientos. Y puedes conversar con Él en cualquier momento y en cualquier lugar.
Mamá asintió.
—Mariana no va a tu escuela, así que no puedes hablar con ella a lo largo del día, pero Jesús está contigo todo el tiempo. Puedes pedirle ayuda cuando la necesites. Y Él también desea oír todos los detalles de las cosas normales que pasan en tu vida.
—¡Qué genial! —exclamó Siena—. Nunca había pensado en la oración como conversar con un amigo.
—Dios siempre está disponible, pero no te olvides de apartar un tiempo especial para hablar con Él por unos minutos —indicó papá—. El Señor quiere oír todo lo que tienes que decir.
ANNA SOMERS
ORAR ES CONVERSAR CON UN AMIGO
VERSÍCULO CLAVE: JEREMÍAS 29:12 (PDT)
USTEDES ME LLAMARÁN, VENDRÁN Y ORARÁN, Y YO LOS ESCUCHARÉ.
¿Te gusta conversar con tus amigos? ¿Sabías que, si eres cristiano, Jesús también es tu amigo? Él siempre está a tu lado y quiere que le cuentes cualquier cosa que tengas en la mente: tus sentimientos, problemas, preguntas, alegrías y tristezas. Conversa con Jesús durante el día como lo harías con tu mejor amigo, y también aparta unos minutos cada día para dejar a un lado todas las distracciones y pasar tiempo con el Señor en oración.
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