No lo conocieron

Damián se apoyó en su silla y empezó a silbar.

—¿Ya terminaste tu tarea de matemáticas? —le preguntó su madre.

—¡Sí, soy el más rápido en todo el cuarto grado de esta escuela!

Mamá rio.

—Eres el único en cuarto grado. Sé que es hora de tu descanso, pero ¿podrías jugar con Leti un ratito mientras preparo el almuerzo?

Damián asintió y se sentó en el piso de la sala. Leti puso a un lado su libro para colorear y se sentó junto a él. El hermano mayor tomó parte de la cerca de la granja de juguete de Leti y construyó un área cercada. Ya había construido algunas casas con bloques mientras jugaba con su hermanita en la mañana. Encontró una granjera y un constructor, y los puso dentro de los límites de la ciudad.

Damián tomó al constructor y dijo en una voz gruesa:

—Esta es la mejor ciudad que he construido. Necesitamos más personas para mi ciudad.

Leti tomó a la granjera y empujó al constructor.

—No es tu ciudad. Es mía. Y no hay lugar para ti aquí.

Damián hizo que su constructor saltara la cerca.

—¿Qué? Yo puse las paredes y construí las casas, e incluso te puse aquí, señorita granjera. ¿A qué te refieres?

Leti hizo que la granjera le diera la espalda al constructor de Damián y dijo:

—Lo siento, pero tienes que irte.

Mamá se paró en la puerta y comentó:

—Esto me hace acuerdo de lo que leímos en la Biblia esta mañana.

Damián se levantó del suelo.

—¿Te refieres a la parte en que Jesús vino por Su pueblo, pero no lo recibieron, a pesar de que Él los creó a ellos y creó todo el mundo?

—Sí —respondió su madre—. No creyeron que Jesús era quien Él decía. Pero después que Jesús murió en la cruz y resucitó, Sus discípulos los convencieron de que Jesús era Señor sobre todas las cosas y, además, Aquel que fue enviado para salvarlos. Cuando se dieron cuenta de que habían rechazado al Hijo de Dios, algunos de ellos pidieron perdón y confiaron en Jesús para que los salvara.

La pequeña granjera de Leti condujo su tractor por la cerca.

—¿Puedes ayudarme, hermano? —le rogó—. ¡Está rota!

Mientras Damián volvía a construir la cerca, su mamá expresó:

—Al menos ella sabe a quién llamar para pedir ayuda.

LAURA ROESLER

CONFÍA EN JESÚS COMO SEÑOR Y SALVADOR

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 1:10

ÉL ESTABA EN EL MUNDO, Y EL MUNDO FUE HECHO POR MEDIO DE ÉL, Y EL MUNDO NO LO CONOCIÓ.

¿Sabes que Jesús te creó a ti y a todo el mundo? La Biblia dice que todas las cosas fueron hechas por Dios a través de Jesús. Él tiene poder sobre todo, sin embargo, Jesús se hizo humano y murió por nuestros pecados, para que podamos ser salvos. ¿Has confiado en Él como tu Señor y Salvador? La Biblia dice que cualquiera que invoque el nombre del Señor y reciba a Jesús como su Salvador se convierte en una hija o un hijo de Dios. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

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