Los amigos no son secretos

Pedro entró corriendo en la casa después de otro día en su nueva escuela.

—¡Mamá! ¡Adivina qué pasó! Hoy hice más amigos, ¡Mateo y Renato! Los dos viven en nuestra misma calle. ¿Pueden venir a jugar baloncesto?

—Claro que sí —contestó su madre—. ¿Y qué me dices del niño con el que estabas conversando en la parada del autobús esta mañana? Él vive cerca; tal vez también quiera venir.

—Oh, ese es Germán —comentó Pedro—. Él también es uno de mis amigos, pero algunos de los niños se burlan de él, así que los demás lo evitan. Es un poco triste.

Mamá asintió.

—Es una vergüenza que se pierdan de tener un amigo solo porque están preocupados de lo que piensen los demás —ella empezó a picar unas zanahorias—. Por cierto, no te olvides de que nuestro programa en la iglesia comienza esta noche, así que vamos a cenar temprano.

—Oh, creo que debo faltar esta semana —dijo Pedro en voz baja—. Mato y Renato estarán aquí y no quiero enviarlos temprano a su casa ni explicarles por qué.

—¿Por qué no? —preguntó su madre—. ¿Tienes miedo de que también se burlen de ti?

Pedro se encogió de hombros y bajó la mirada.

Su madre suspiró.

—Está bien —aceptó para sorpresa del niño, quien no esperaba que dijera que sí—. Puedes quedarte en casa, pero entonces no quiero verte hablar con Germán en la parada del autobús mañana temprano. Solo ignóralo.

Pedro no podía creer lo que escuchaba.

—¡Mamá, eso es muy cruel! ¡Germán es mi amigo! ¿Por qué haría eso?

—Bueno, ¿y Jesús no es tu amigo también, supuestamente? Un amigo que sacrificó Su propia vida en la cruz para salvarte. Sin embargo, no quieres que tus nuevos amigos sepan de Él porque podrían burlarse de ti.

Pedro se quedó en silencio.

—Supongo que tienes razón —admitió después de un momento—. Quiero que los niños de la escuela sepan que soy amigo de Germán y quiero que sepan que también soy amigo de Jesús.

Un poco más tarde, Mateo y Renato llegaron.

—Juguemos rápido, Pedro —indicó Renato—. No podemos quedarnos mucho tiempo… tenemos que ir a la iglesia hoy.

—Sí —afirmó Mateo—. Y nuestro amigo Germán está viniendo. Te va a caer bien, es muy divertido.

Pedro y su madre se miraron y sonrieron.

CYNTHIA Y. POWELL

DEJA QUE TODOS SEPAN QUE JESÚS ES TU AMIGO

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 1:16 (NTV)

PUES NO ME AVERGÜENZO DE LA BUENA NOTICIA ACERCA DE CRISTO, PORQUE ES PODER DE DIOS EN ACCIÓN PARA SALVAR A TODOS LOS QUE CREEN.

¿Tus amigos saben que eres cristiano? ¿O mantienes en secreto tu amistad con Jesús para que no se burlen? Ningún amigo terrenal podría ser tan importante como Jesús. Él dio Su vida por ti y siempre estará contigo, sin importar lo que pase. Nunca te avergüences de dejar que las personas sepan que Jesús es tu amigo.