Las cosas pequeñas cuentan

Sonia observó ansiosamente mientras su familia comía la merienda.  Había preparado todos los alimentos por su cuenta.  “Todo tiene un sabor maravilloso, hija”, aseguró su madre.

El hermano de Sonia, Isaac, hizo una mueca: “Claro, si te gustan los vegetales crudos y el pastel de carne blando”.

Sonia frunció el ceño.  “Ya quisiera verte a ti tratando de cocinar”.

“No lo creo”, dijo Isaac.  “¡Ese es trabajo para las niñas!”

Mamá y Sonia levantaron las cejas y papá negó con la cabeza.  “No estoy de acuerdo contigo, hijo.  Sé que yo no cocino mucho, debido a mi horario de trabajo, pero eso no significa que sea algo que hagan solo las mujeres.  Además, muchos de los mejores chefs en todo el mundo son varones”.

“Sí”, afirmó Sonia.  “A veces salen en esos programas donde los concursantes tienen que cocinar”.

“¿Y sabes quién creo que era el mejor cocinero de todos?”, preguntó su padre.

“¿Quién?”, preguntó Isaac.

“¡Aquel que murió por nuestros pecados!”, contestó papá.  “¡Jesús!”

“¿Qué?”, exclamó Isaac.  “¡No sabía que Jesús cocinaba!  ¿Qué platillo preparó?”

“¿Recuerdas cuando los discípulos se fueron a pescar, pero no atraparon nada en toda la noche?”, preguntó su padre.  “Después Jesús los llamó desde la orilla y les indicó que lanzaran las redes al otro lado de la barca”.

“Recuerdo la historia”, expresó Sonia.  “Cuando lo hicieron, la red estaba tan llena que no podían halarla para meterla en la barca, ¿verdad?”

“Correcto”, explicó papá, “y cuando los cansados y hambrientos pescadores llegaron a la orilla, encontraron a Jesús, quien estaba cocinando el desayuno para ellos en una fogata.  Estoy seguro de que debe haber sido el mejor cocinero de todos”.

“¿Por qué crees que se molestó en cocinar?”, preguntó Isaac.  “¿Por qué no solamente hizo un milagro para que apareciera de la nada una comida ya cocinada?”

“Jesús quería que ellos vieran que Él había resucitado de entre los muertos”, contestó su padre.  “Comer es una parte esencial de la vida, y Jesús cocinó y comió una comida con los discípulos, para mostrarles que era Él y comunicarles que ellos eran importantes para Él.  Luego les dijo que hicieran lo mismo por otros.  Nosotros también podemos mostrar Su amor a otros al cuidar de sus necesidades, aun en las cosas más pequeñas”.

“Muy bien, entiendo tu punto”.  Isaac miró a su hermana.  “Gracias por preparar la cena”.

“De nada”.  Sonia intercambió miradas con sus padres y sonrió traviesamente.  “¡Mañana es tu turno!”  SHERRY L. KUYT

SÉ FIEL EN LAS PEQUEÑAS TAREAS

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 13:15

LES HE DADO EJEMPLO, PARA QUE COMO YO (JESÚS) LES HE HECHO, TAMBIÉN USTEDES LO HAGAN.  

¿Hay muchas tareas pequeñas con las que podrías ayudar a alguien en este día, como lavar los platos, limpiar la casa, leerle a un hermano o hermana, o cortando el césped de un vecino?  Estas son maneras sencillas pero muy buenas para mostrar tu amor por otros y por el señor.  No tienes que gastar mucho tiempo para comunicar a otros que te importan.  No olvides estar dispuesto para servir a otros, tal como lo hizo Jesús.

Clave de Hoy
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