Él calmó la tormenta

Cada vez que tronaba un relámpago afuera de la ventana y el trueno sacudía la casa, Liliana se metía más debajo de las cobijas.  Se cubrió la cabeza con ellas y se puso a temblar, mientras esperaba que pasara la tormenta.

“¿Liliana?”  La voz de su madre se oyó desde el otro lado de la habitación.

“¿Mami?”, respondió Liliana, y esperó a que su mamá se sentara a su lado antes de salir de debajo de las cobijas.

“Todo va a estar bien, hijita”.  La madre rodeó a la niña con sus brazos.  Al instante, Liliana se sintió más segura, porque sabía que su mamá estaba ahí.

“¿Puedo dormir en tu cama?”, preguntó la hija.

Su madre asintió y Liliana caminó con ella hacia la habitación de sus padres.  La niña se trepó en la cama y se acostó entre los dos.  El ruido de la tormenta ya no se oía tan terrible cuando estaba a su lado.

“¿Quieres que te cuente una historia?”, preguntó su papá mientras la abrazaba.

Liliana se acurrucó en él.  “Sí”, contestó.  Le encantaba cuando su padre le contaba historias, especialmente si tenía miedo.  Él siempre sabía qué decir.

“Esta es una historia de la vida real”, aseguró papá.  “Un día, Jesús y Sus discípulos entraron en un barco y empezaron a navegar por las aguas.  De repente estalló una tormenta y los discípulos estaban muy asustados.  Creyeron que iban a morir”.

“No puedo imaginarme cómo sería estar en un barco en una tormenta como la de ahora”, susurró Liliana.

“Debe haber sido más aterrador, ¿verdad?”, indicó su madre.

“Pero ¿sabes qué estaba haciendo Jesús durante la tormenta?”, preguntó su padre.  “¡Estaba durmiendo la siesta!”

Los ojos de la niña se abrieron por la sorpresa.  “¿Jesús estaba dormido?”

“Ajá”, afirmó papá.  “Sus discípulos estaban tan sorprendidos como tú.  Pero fueron a despertarlo y Él se levantó y le dijo a la tormenta que se detuviera”.

“¿Y la tormenta se detuvo?”

“Sí”, expresó su padre.  “Jesús tiene poder sobre las tormentas, Liliana.  Dios creó el universo y todo lo que hay en él, y tiene el poder sobre todo lo que sucede”.

“Y así como te sientes a salvo con nosotros, siempre puedes sentirte segura al saber que Jesús está contigo”, declaró mamá, abrazando a la niña.

Liliana se relajó al imaginarse cómo Jesús le decía a la tormenta que se calmara.  Tal vez no debía tener tanto miedo de los truenos y relámpagos, después de todo.  —  BETHANY ACKER

JESÚS SIEMPRE ESTÁ CONTIGO

VERSÍCULO CLAVE: ISAÍAS 41:10

NO TEMAS, PORQUE YO ESTOY CONTIGO; NO TE DESALIENTES, PORQUE YO SOY TU DIOS.  TE FORTALECERÉ, CIERTAMENTE TE AYUDARÉ, SÍ, TE SOSTENDRÉ CON LA DIESTRA DE MI JUSTICIA.

¿Cuándo sientes miedo?  ¿Durante las tormentas?  ¿El primer día de clases?  Si conoces a Jesús, no tienes que afrontar esas cosas por tu cuenta.  Jesús siempre está contigo y no hay nada que se escape de Su control.  Cuando tengas temor, recuerda que Jesús está a tu lado.  Confía en que Él te dará Su consuelo y Su paz.

Clave de Hoy
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